La Nueva Tierra se refiere a la evolución necesaria para que cada vez nos identificamos menos con la forma, con el ego. / Foto: CORTESÍA

26 Ago, 2018 | Los científicos están dejando atrás muchas creencias religiosas acerca de la creación del universo.

Por eso cada vez se exige más la comprobación científica de lo religioso, solo así cambiaríamos las creencias como un acto de fe y esperanza, por la certeza.

Los astrónomos han descubierto la evidencia que parece indicar que el universo comenzó a existir hace 15 mil millones de años, producto de una explosión gigantesca, y que se ha venido expandiendo desde entonces. No solo ha venido creciendo sino que su complejidad y su diferenciación han ido aumentando cada vez más.

Desde la nada, o de lo no visible se experimentó la forma, lo visible, desde lo interior se manifestó lo exterior.

Entonces podríamos decir que tenemos un propósito externo, y un propósito interno y puesto que somos un reflejo microcósmico del macrocosmos, podemos concluir que el universo también tiene un propósito interno y uno externo.

El propósito externo del universo es crear la forma, y su interacción, el propósito interno es despertar a su esencia. Después viene la reconciliación entre ambos propósitos: traer la esencia o consciencia al mundo de la forma y transformar el mundo.

Es la reconciliación entre Dios y el mundo.

Esa transformación es la tarea que se nos ha asignado en estos momentos, y a la cual se ha llamado una Nueva Tierra.

La manifestación constante de vida y muerte, podríamos considerarla como el abandono del hogar y la vuelta a él.

Esto lo podemos constatar a cada instante, por ejemplo con la expansión y contracción incesantes del corazón, y la inhalación y exhalación de la respiración.

La Nueva Tierra se refiere a la evolución necesaria para que cada vez nos identificamos menos con la forma, con el ego, donde nuestro guía son los pensamientos y sentimientos que nos llevan al sufrimiento, producto del miedo y por ende a la necesidad esquizofrénica de cada vez adquirir más poder externo.