Harina P.A.N. / Foto: CORTESÍA

27 Jul, 2018 | A tempranas horas de la mañana por la calle igualdad de Porlamar, municipio Mariño, se apreciaba la aglomeración de personas concentradas en las adyacencias de un local comercial, el cual con presencia de efectivos de la Guardia Nacional, se disponía a vender la cantidad de tres paquetes de harina pan por persona.

Una cola que a tempranas horas estaba relajada, ordenada y al parecer fluía muy bien, pasando poco a poco una pequeña cantidad de personas.

A eso de las once de la mañana la situación era otra. Las mismas personas en cola, lo que indicaba que no avanzaba mucho y los presentes ya no soportaban tanto maltrato, además del calor.

José Medina resaltó que "los primeros desordenados son los oficiales militares, porque maltratan la gente, hay una cola y no ha repartido número, ellos hacen que nosotros pasemos penuria".

La señora Carmen Rojas expresó: "estoy desde las siete de la mañana, la cola no ha corrido nada, los oficiales militares hicieron otra cola de la tercera edad y mira la hora y aún no hemos comprado, ellos pasan y es con un maltrato y abuso hacia las personas".

Un ingrediente que en los hogares de insulares y venezolanos no podía faltar, hoy muestra su ausencia y quien se dispone a comprarla debe sufrir contrariedades, maltrato, abuso, además de pasar por la necesidad de aguantar sed y calor por adquirir tres paquetes al módico precio de 714.000 bolívares en los establecimientos, cuando llega, o comprarlas revendidas (o "bachaqueadas", en el argot contemporáneo) por el precio aproximado de 1 millón 800.000 a 2 millones de bolívares.