Además de su familia, Dayana Díaz solo cuenta con un colaborador. / Foto: REBECCA ALFONZO | @Rebeccalfonzo

28 Nov, 2017 | El trabajo, esfuerzo y perseverancia han llevado a la agricultora Dayana Díaz a ser una de las más exitosas de Hato Orinoco, una zona del municipio Tubores donde los conuqueros de la región insular han logrado hacer crecer todo tipo de rubros, tanto tradicionales como relativamente nuevos en la región, como la cebolla blanca.

Díaz llegó de Caracas con el objetivo de aplicar sus conocimientos en estas tierras tuborenses. A pesar de las dificultades que se presentan en el camino, ella se mantiene firme con el deseo de hacer grandes proyectos.

Actualmente esta productora cultiva en su conuco cebolla, pimentón, ají margariteño, cilantro, lechosa, pepino, plátano, cambur, topocho, frijol blanco, maíz, yuca y auyama.

Tener toda esta siembra no es una tarea fácil y para que llegue a consolidar la producción necesita de la ayuda de varias personas quienes están dispuestas a dedicar su vida a esta labor que se cumple de sol a sol.

Todo su grupo familiar está dispuesto a colaborar en este trabajo, desde su pareja, su hermano, su madre y hasta su hija adolescente. Comenta que hace ocho años, cuando se asentó en Hato Orinoco, su hija estaba pequeña y por eso ha crecido con amor por esta tierra y la labor que cumple su madre.

"Todos nos compartimos las labores, cada quien asume una responsabilidad. Quienes sabemos como arar la tierra más rápido nos dedicamos a eso y quienes no, hacen otras funciones que también son importantes. Todos tenemos un trabajo, hasta la burra que come paja".

Para Dayana Díaz, el secreto del éxito de su trabajo es es el esfuerzo, voluntad y sacrificio que pone desde que se inició en estas labores. "Hemos tenido que mantenernos fuertes ante las adversidades".

Comentó que la inflación que vive el país no hace fácil la venta de los productos, por lo que debe guiarse a través de una tabla de costos de inversión, gastos y ventas para fijar precios que le permitan seguir trabajando.

"Si hoy gastamos un bolívar mañana serán cinco, esas cosas hay que tomarlas en cuenta. Nosotros no somos mayoristas, por eso vendemos a las cadenas de comercialización un poco más alto, pero siempre es mucho más barato que lo que vende el sector privado".

"Yo recomiendo a los agricultores ver más allá; hay que buscar la industrialización de la producción. Cuando los agricultores den ese paso los dejarán de ver como los pobres campesinitos a quienes siempre buscan explotar. Si sembramos maíz podemos procesarlo, hacer masa para cachapas, vender las cachapas y aprovechar hasta el pico".