Freddy Gil González, de Unesr. / Foto: LUIGI PARAVANI

7 May, 2014 | La esencia guaiquerí de los ancestros se evidencia en la medida en que los campesinos valoran lo comunitario, y en colectivo se relacionan con la tierra.

"En gran medida, quien siembra para comer no necesita trabajar por dinero para aquéllos que explotan su trabajo. Los campesinos observan detalles que la gente de las ciudades no mira. Ser sembradores es una espiritualidad completa y colectiva que los enfrenta con los sistemas que se quieren imponer (…) Ser conuqueros no es folclor, es existir en armonía con la tierra".

Como resultados de encuestas realizadas sobre una muestra de 93 conuqueros visitados en el abordaje inicial del proyecto, en cuatro municipios agrícolas de Nueva Esparta, surgen algunos indicadores preliminares de la encuesta del Mppat y la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (Unesr). El censo preliminar inicia con un universo de 400 conuqueros, número que irá creciendo hasta la meta establecida de 1000 unidades.

*Distribución por sexo: de los campesinos entrevistados 88 son hombres (aproximadamente 94%), indicador preocupante, en tanto que revela el predominio de la población masculina casi de manera exclusiva, reafirmando el relego de las mujeres, dedicadas a lo doméstico.

*Domicilio: La información preliminar indica una distribución similar entre quienes están domiciliados en su explotación 39% y 42% no domiciliados. Importante referente socio- territorial, que refleja una marcada tendencia de los trabajadores rurales actuales a trasladarse a otros espacios y asumir también simultáneamente otros vínculos laborales, ejerciendo de hecho sólo dedicación a tiempo parcial al trabajo agrícola, denominado por algunos investigadores como pluriactividad.