Hilario Carrillo, pescador y carpintero, trabaja para reemplazar el costillaje de una embarcación. / Foto: SOPHIA HERNÁNDEZ@sophiahernandezg

19 Ago, 2017 | En La Guardia, muy temprano en la mañana los vendedores ofrecen al público el producto de una faena que para el pescador comienza desde el día anterior.

En dicha comunidad situada en el municipio Díaz, son muchos los nativos y navegaos que viven de la pesca o de actividades relacionadas a ella, como la reparación de embarcaciones o la venta del pescado.

Joel Zabala tiene 58 años, de los cuales 38 los ha dedicado a la pesca. Sentado en su silla de mimbre, demuestra la paciencia como cualidad necesaria para remendar los trenes. “Si quieres mantenerlo, debes estar arreglándolo siempre, a diario”, afirmó.

Mientras teje, Zabala precisa que están tendiendo el tren en las tardes. “Antes que sea de noche levamos el tren porque están robándolos. Hay mucha inseguridad. Los motores de los peñeros también se los están llevando”.

Además, destaca como dificultad para desempeñar su trabajo, la complejidad para adquirir el aceite para los motores. “El aceite está perdido, eso es un bachaqueo. Se supone que el Consejo de Pescadores de Guiri Guiri debería dotarnos”, según explicó.
“Los peseros a veces nos consiguen el aceite. Cuatro potes nos alcanza para dos motores por dos días, aproximadamente”, agregó el trabajador del mar.

CARPINTERÍA DE RIBERA

A escasos metros de la orilla de la playa, en la ensenada guardiera, pescadores y carpinteros se disponen a reparar sus embarcaciones.

“Una vez al año, o dependiendo del trato que se le da al bote, hay que repararlo”, comenta Hilario Carrillo, quien ahora está dedicado únicamente a la carpintería porque su bote no tiene motor.

Carrillo devela que actualmente la reparación del costillaje de un peñero pequeño puede estar alrededor de 600.000 bolívares. “El trabajo ahora es más sencillo que antes gracias a las nuevas herramientas, antes era solo con hacha y cepillos”.

José Vásquez, pescador y ayudante de Carrillo en la carpintería, detalla que llevan cuatro semanas trabajando en una embarcación. “Normalmente se hace un presupuesto pero con las variaciones de los precios, algún monto extra se requiere para comprar material”, resaltó.

“Los materiales mínimos necesarios para reparar las embarcaciones son madera, clavos, masilla y pintura”, dijo Vásquez, mientras Carrillo añadía en tono jocoso, “y la salud, el material más importante”.

A modo de anécdota, Carrillo recordó que “hace 30 años, cuando inicie con la carpintería, un kilo de clavos de cobre costaba 30 bolívares, ahora cuesta 100.000 bolívares”, concluyó.

Los fines de semana en La Guardia son concurridos para comprar pescados por sus
precios. El kilo de carite está desde Bs 7.500, mientras el kilo de cabaña se consigue
en Bs 6.800. La carachana negra desde Bs 3.800. Todos los precios varían de acuerdo
al tamaño del pescado.