Hernández debutó en las Grandes Ligas en 2005. / Foto: ARCHIVO

3 May, 2014 | La única forma para que el pitcher criollo Félix Hernández acumule reales éxitos en la Grandes Ligas es que cambie de equipo. En 2013 los Marineros de Seattle hicieron oficial una extensión del contrato del diestro por siete años y 175 millones de dólares.

Sus actuaciones no defraudan a nadie, pero las victorias se le siguen escapando. Este año inició con tres triunfos consecutivos, permitiendo apenas cinco rayitas limpias en 21.1 episodios, ponchando a 30 y entregando solo dos pasaportes.

En sus tres siguientes aperturas al asunto cambió. El balance final fue de una derrota y dos juegos sin decisión. ¿Tuvo malas aperturas? No, simplemente la ofensiva no lo apoyó. El trabajo que ejecutó fue prácticamente idéntico al de sus tres actuaciones iniciales, en 20 innings le hicieron seis anotaciones limpias, con 17 ponches y cinco boletos. Pero el bateo de sus compañeros que en los primeros tres choques produjo 19 carreras, en los últimos tres apenas llevó al plato siete.

Ese problema no es nuevo. En 2013, en cuatro juegos que permitió tres anotaciones o menos terminó derrotado. Y aun peor, tuvo siete juegos sin decisión permitiendo dos rayitas o menos. Al final su récord fue de 12-10, es decir, que esos 11 fantásticos inicios que fueron derrotas o sin decisión le permitían un registro de 23-6. Por supuesto que en los imponderables del beisbol es inviable que no se den derrotas o juegos sin decisión, pese a buenas aperturas, pero aun en ese extremo su marca frisaba los 20 ganados.

Es que simplemente su equipo no batea, no en vano hasta el jueves estaban en el puesto 26 en carreras anotadas, 26 en bateo, 28 en porcentaje de embasado y 24 en slugging. Números terribles para las aspiraciones de sus pitchers.

Si nos remitimos a lo más simple: Félix tiene tres triunfos con 2.40 de carreras limpias permitidas y hay cinco pitchers con efectividades más altas, pero que tienen más triunfos en la temporada de este año en todo el beisbol mayor. Y 24 de 32 lanzadores que tienen su misma cantidad de victorias poseen promedios de carreras limpias más altos. Es decir, todos reciben más apoyo ofensivo de sus compañeros que el valenciano.

El ganador del premio Cy Young de la Liga Americana en 2010 y autor de un juego perfecto en 2012 siempre ha dicho que está feliz en Seattle y no quiere cambiar de equipo, pero creo que es cuestión de tiempo que otra novena asuma su contrato y acumule mejores guarismos individuales y que haga acto de presencia en postemporada.