Messi jugará su tercer mundial, luego de disputar las ediciones de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010. / Foto: ARCHIVO

26 Abr, 2014 | En el fútbol no hay verdades absolutas. Una de las discusiones –acaloradas algunas- en centros de estudios, de entretenimiento, restaurantes y hasta autobuses es si Lionel Messi tendrá un buen Mundial Brasil 2014.

Algún desaforado ha dicho que será un desastre para Argentina porque no ha estado óptimo con el Barcelona. Tal vez tenga razón, pero tal vez no. Los futbolistas que llegan con gran ritmo a la Copa del Mundo históricamente actúan en gran forma, pero hay quienes han llegado hasta "desahuciados" y le tapan la boca al mayor de sus detractores.

Con Messi sucede lo que señala su entrenador en la albiceleste Alejandro Sabella: Nos tiene mal acostumbrados. Esta temporada ha marcado 26 goles en 25 choques de la Liga Española y ocho en siete juegos de UEFA Champions League, es decir, más de un gol por juego. Claro, si tú detallas que en la temporada 2012/2013 hizo 46 tantos y en la previa 50 está claro que hay una disminución; pero no es que sus números de este año sean malos, es que es un "monstruo" del fútbol y cuando lo que hace es simplemente "bueno" lo critican porque quieren que todo el tiempo sea un "extraterrestre". Agreguemos que estuvo lesionado en buena parte de la 2013/2014.

Y aun así, démosle cabida a esas opiniones de que ha tenido un mal año. Eso no es un elemento que asegure su fracaso, como tampoco lo son las lesiones. En el Mundial España 1982, Paolo Rossi venía de dos años inhabilitado de la práctica del fútbol profesional por un escándalo de apuestas en la Serie A de Italia. El entrenador azzurro, Enzo Bearzot, lo llevó al evento orbital pese a las críticas.

Luego de tres encuentros de primera fase aun era criticado junto a una Italia que avanzó de fase mediocremente. Pero en la segunda ronda se encendió y desesperó a la defensa argentina en triunfo 2-1, aunque sin marcar y luego le marcó una tripleta a Brasil (considerada la mejor canarinha de la historia junto a la de México 1970). En la semifinal derrotaron a Polonia con un doblete suyo y en la gran final abrió el marcador para vencer a Alemania Federal y titularse en Madrid. Fue el mejor goleador del torneo con seis tantos.

En el caso de los que llegan lesionados podemos hablar de Ronaldo. El brasileño arribó en 2002 a Corea-Japón desahuciado, lo consideraban un despojo del deporte. Y toda esa historia empezó dos años antes. Al comienzo de la temporada 1999/2000 con el Inter de Milán sufrió una falta que lo lesionó de gravedad de la rodilla derecha, rompiéndole parcialmente el tendón rotuliano y quedando seis meses fuera. Vuelve a jugar el 12 de abril de 2000 y ese mismo día tuvo una rotura total del tendón rotuliano de la misma rodilla. Ese día regresaba de la lesión previa y volvió a ser víctima de una falta y quedaría más de un año sin jugar. Entre 2001 y 2002 tuvo un vaivén de recaídas.

Pero así fue llamado por Luiz Felipe Scolari a la selección de Brasil. El nueve canarinho fue la estrella en territorio asiático, marcó ocho goles –nadie hacia más de seis goles desde Alemania 1974- y llevó a su país al pentacampeonato, ganado ante Alemania. Por cierto que marcó los dos tantos de la final ante los germanos. Todo eso lo hizo a quien denominaban "despojo del fútbol".

Esto evidencia que jugadores fuera de ritmo o con crudas lesiones pueden llevar a sus países al éxito en un Mundial. Ciertamente Messi no entra en ninguna de las dos clasificaciones, simplemente este año ha dejado dígitos de un gran futbolista, mientras que en años previos se comportó como un dios del balompié. Ya muchos quisieran ser un gran futbolista.

Lo que sí es indiscutible es que para entrar definitivamente en la élite de Diego Maradona y Pelé debe ganar un Mundial, pero esa es otra historia.