La cultora abrió las puertas de su casa para enseñar diferentes disciplinas a muchachas que estaban cerca de caer en el ocio / Foto: LUIGI PARAVANI

16 Mar, 2014 | La inquietud que tenía cada vez que veía a grupos de niñas propensas a caer en el ocio, llevó a Pérsida Guerra de Pérez a fundar el Grupo de Danzas "Adelante Juventud" y a hacer cualquier actividad que se le ocurriera para que las jovencitas de San Lorenzo crecieran rodeadas de habilidades y ocupaciones.

Hace cuatro años fue nombrada Hija Adoptiva del municipio Maneiro y desde hace más de 15 años recibe constantes reconocimientos en vista de su destacada trayectoria.

"Le pedía permiso a los representantes de las niñas para llevármelas a mi casa y allí les enseñaba de todo: a coser, manualidades, a cocinar y sobre todo les hablaba de valores y de lo esencial que es tener a Dios siempre presente. Para mí era muy importante que agarraran amor por el estudio, que se mantuvieran ocupadas", declaró la cultora de 61 años.

Catecismo

También preparaba en su casa, ubicada en la calle Los Mangos del sector San Lorenzo, a niños y adolescentes para la primera comunión y confirmación. El pasado viernes, la Junta del Santísimo Cristo de Pampatar le organizó una misa a Pérsida en honor a su trabajo con los jóvenes del municipio.

La eucaristía se celebró a las 5:00 p.m. en la iglesia Santísimo Cristo del Buen Viaje, a la que asistieron familiares y miembros de la comunidad agradecidos por su labor. "Las madres de mis muchachas me dan las gracias todavía por atenderlas, me han dicho en muchas oportunidades que las llevé por el buen camino y que colaboré en que buscaran el éxito", dijo Pérsida.

Trayectoria

En el año 2012, Pérsida Guerra y su grupo de danza participaron en un festival en el que se presentó Yolanda Moreno. Sus bailarinas estuvieron presentes en diferentes actos distritales de danza que se realizaron en los últimos 15 años.

“Nos enfocamos en enseñar a las muchachas danzas autóctonas de Nueva Esparta, porque es muy importante que mantengan su cultura y que se diviertan representándola. También interpretaron bailes de otros rincones del país y hasta números de danzas mexicanas hicieron”, declaró Guerra.

Para agradecer su tiempo y dedicación, señoritas del Grupo de Danza Adelante Juventud prepararon otro homenaje en la Casa de la Cultura de Pampatar el pasado sábado, donde la invitada especial vio a sus alumnas bailar y además el evento contó con la participación de 32 grupos de danza del municipio.

También en este evento especial le entregaron reconocimientos y distintas personalidades del municipio hicieron agradecimientos públicos. Varios grupos de música tradicional ofrecieron una presentación a los asistentes.

Según informó su esposo, José Antonio Pérez, "Pérsida no solo colaboró con niñas de San Lorenzo, ya que luego de que se enteraron de su labor, madres de jóvenes de otros sectores de Pampatar, como Valle Verde y La Caranta, las llevaban para que aprendieran en la casa".

Pérez, con quien contrajo nupcias hace 38 años, detalló que la cultora siempre fue "una gran amiga y madre, así como era en la calle era en la casa, desde siempre estuvo empeñada en colaborar con la gente que lo necesitara".

Pérsida también fue directora del coro de la iglesia de San Lorenzo, daba clases de piano y trabajó gran parte de su vida en el área de archivos del hospital Luis Ortega de Porlamar.
Todos los años participó de lleno en las fiestas que hizo la iglesia y fieles con motivo a la conmemoración de la festividad de la Santísima Virgen del Valle.

Luchadora

Actualmente, Pérsida Guerra lucha contra el cáncer y según informaron sus alumnas y vecinos, no hay día en el que no tenga ganas de salir adelante.

"Tiene mucha fuerza, sigue pendiente de la gente y preocupada por todo. Para el municipio Maneiro es un ser sumamente importante, siempre apoyó la cultura", declaró Amanda Rojas, miembro del grupo Infancia Misionera.

Pérsida y José Pérez tienen cuatro hijos y dos nietecitas. "Ya mis hijos estaban grandecitos cuando decidí fundar mi escuela de danza y comenzar a dar catecismo, pero en el tiempo libre que tenían, siempre me ayudaban y de vez en cuando participaban en mis actividades".