13 Mar, 2014 | Estamos seguros que desde hace mucho tiempo no se había visto una escalada de represión en América Latina tan despiadada y brutal como la asumida por los paramilitares rojos –que no colectivos sociales-, la "humanista" Policía Nacional Bolivariana del "hombre nuevo" y la Guardia dizque "de pueblo" con motivo de las protestas masivas sucedidas en todos los rincones del país en los últimos días.

Los testimonios, por montones, verbales, gráficos y audiovisuales son más que elocuentes, han dado la vuelta al mundo y no dejan espacio para la duda. En ellos vemos a los represores actuando impunemente y con saña inusitada contra jóvenes estudiantes y sociedad civil. Todo ello bajo la mirada complaciente de las autoridades del régimen y, peor aún, ante la evidente parcialidad progobierno de la Fiscalía y la ausencia de actuación de ese adorno institucional mal llamado Defensoría del Pueblo frente a la flagrante violación de los Derechos Humanos.

El saldo hasta ahora no ha podido haber sido más trágico y cruel: 18 asesinados por las fuerzas represoras civiles (?) y militares, casi mil detenciones, en su mayoría arbitrarias; 40 casos de torturas denunciados, 62 periodistas asediados y reprimidos, dos situaciones comprobadas de violación sexual (un joven en Carabobo y una estudiante en Mérida) y mientras algunas de las víctimas eran enterradas (joven estudiante asesinada de perdigonazos en la cara) se bailaba y celebraba macabramente en una alegre reunión con los "pacíficos" motorizados rojos y se faltaba a la verdad ensalzando al "camarada patriota" de los Tupas (capturado "in fraganti" poniendo una bomba en Fedecámaras hace dos años y extrañamente en libertad) y acusando falsamente de sicario al Ing. José Márquez, golpeado cobardemente y a mansalva hasta su muerte.

Pero se equivocaron y no contaron con la reciedumbre del venezolano harto ya de escasez, impunidad, corrupción, inseguridad y todos los males que se sufren en esta revolución de pacotilla. La gente siguió en la calle, un general valiente retó a que lo fueran a buscar "si eran hombres", voces de todo el mundo se pronunciaron ante la brutal represión, decenas de artistas e intelectuales, 62 ONG de 16 países, el Papa, el presidente de la ONU, la Unión Europea, medios internacionales. En fin, una amalgama de variados sectores que reclaman paz para Venezuela, cese a la inhumana represión, desarme de los colectivos, respeto a los valores de la Democracia tan violados hoy en nuestro país y cumplimiento a los derechos de protesta, disidencia y, claro, respeto irrestricto a los Derechos Humanos. El régimen lleva la procesión por dentro.