11 Mar, 2014 | La vida no es una simple condición biológica. Lo biológico marca el inicio de los procesos de la vida. Los procesos que hemos descubierto desde la vida se multiplican en nuestro planeta y en el cosmos. Desde el planeta y en el cosmos se generan las grandes interrogantes del origen de la vida.

Por lo tanto, el origen de la vida también tiene respuestas metafísicas. Y si el origen de la vida también se genera desde lo metafísico, podemos considerar que nuestra vida no puede estar atada solamente a racionales teorías comprobables. Y es que las teorías comprobables han podido comprobar muchas cosas, menos el origen cierto de la vida, y es allí donde lo biológico queda incompleto en su conformación de movimiento, en su espacio sobre el pensar, y en sus documentaciones pensativas. Cioran hablaba sobre "El ocaso del pensamiento". Nietzsche se atrevió en "La Gaya Ciencia" a afirmar que Dios había "muerto". Y si conjugamos ambas frases en un par de interrogantes: ¿Será que Dios ha muerto en nuestros pensamientos? ¿O el ocaso de Dios hizo morir cualquier pensamiento?

Jesús resucitó a Lázaro desde su tumba: ¿Sería que regresó desde el cielo? Y si fue así, algo es evidente: Lázaro volvió desde la muerte sin recordar que había muerto, y menos si tuvo algún paso por el cielo. Por eso la muerte y la resurrección, lo biológico y lo metafísico, están unidos en los pensamientos. La muerte se convierte en el último momento biológico de la vida. La resurrección en el primer momento metafísico de otra vida. Por eso lo biológico se hace concreción y lo religioso se convierte en metafísica que unidos han construido una semántica del poder que busca ejercer máxima influencia sobre los seres humanos. Por ello, se habla de paz para la vida y guerra para la muerte. ¿Y qué son la paz y la guerra? ¿Acaso la historia no describe que ha tenido que existir la muerte para lograr la paz? ¿Será que esa misma historia no ha relatado que la guerra ha sido un camino para la vida? ¿Contradicciones biológicas o metafísicas?

El pensamiento es hecho y abstracción. Es biológico en su proceso, pero metafísico en su imagen. A partir del pensamiento la palabra se crea y se origina su significado. Y desde la palabra brotan múltiples significados. Nadie tiene la interpretación absoluta ni precisa de la palabra cuando esta se expande desde los cimientos del poder. Es evidente que la luz de una noche, llena de estrellas, haga la magia de palabras para el amor y la vida. También es evidente que palabras expresadas a la luz del sol puedan convertirse en crueldad y muerte.

Sin vida no hay pensamientos ni palabras. Los pensamientos pueden ser el origen de nuevas vidas o más muertes. Las palabras, el poder que tenemos para acercarnos al significado de la historia y el porvenir. Entre la vida, el pensamiento y la palabra hay dos cosas comprobables y dos metafísicas: Comprobamos la vida o la muerte. Y hacemos metafísico el bien o el mal.

ida, pensamiento y palabra. Pensamiento, palabra y vida. Palabra vida y pensamiento: Trío de verdades biológicas y metafísicas de los seres humanos.