Roberto Calvarese asegura que Margarita tiene ventajas comparativas con relación a otras islas del Caribe. "Sol y playa es lo que más buscan los turistas y eso lo tenemos, porque es un regalo que Dios le dio", dijo junto a Vera Timme. / Foto: JOSUÉ STEIN

9 Mar, 2014 | Roberto Calvarese es caraqueño. Vera Timme, de origen alemán y con corazón venezolano. Ambos, socios de la compañía 797 Management Consulting y, en especial, grandes amigos. Cada uno en su espacio profesional y personal coincidió en su querencia por Margarita, una Isla a la cual llegaron para quedarse.

La vida de ambos ha sido intensa y un día convergieron al calor de la insularidad. Roberto Calvarese Wagenknecht nació el 13 de febrero de 1968 en Caracas. Es abogado egresado de la Universidad Católica "Andrés Bello" (UCAB), con posgrado en Derecho Mercantil. Domina el inglés, el alemán y el italiano, una ventaja a la hora de interactuar e interrelacionarse con los clientes dentro y fuera del país.

En la empresa que representa, con sede en el edificio Provemed de la avenida Bolívar en Porlamar, brindan asesoría corporativa, mercantil, laboral, financiera, legal y contable en general. "Una atención integral", comentó Vera. En lo corporativo, sin dudas, tienen claridad de objetivos y avanzan así en su sociedad, con un equipo multidisciplinario.

Durante el gobierno de Irene Sáez, Calvarese fue director de la Oficina para la Promoción de Inversión del estado Nueva Esparta, con la cual se pretendía estimular y atraer a los inversionistas con visión de futuro, concatenados con el trabajo de la Dirección de Planificación de la Gobernación neoespartana, que entonces era ocupada por el economista y actual cronista Régulo Hernández, recordó.

-La meta era crear una plataforma permanente de incentivos a la inversión pública y privada.

Alemana de nacimiento

Vera María Timme nace en Castrop-Rauxel, Alemania, el 16 de marzo de 1958, con estudios de primaria y secundaria en su pueblo natal y superiores en el área de Industria y Comercio en Dortmund, Alemania.

En su hoja curricular resume una serie de experiencias laborales como jefa de Administración de varias compañías, gerente del Departamento de Recursos Humanos de la Heinrich K.G. en Castrop-Rauxel, Alemania; gerente del Grupo Hilfe en Venezuela; directora de Macarena Tour, dedicada al sector de turismo y transporte marítimo en la Isla entre 1994-1998; asistente de la Coordinación del Programa Comercialización Turística en la Corporación para el Desarrollo Integral de la Costa Oriental del estado Falcón (Corfal) desde 1999 hasta el año 2000, entre otras experiencias enriquecedoras en el área profesional.

¿Qué los trae a la Isla?

Mucho antes de laborar con Irene Sáez, ya Calvarese residía en la Isla hasta donde se había movilizado a solicitud de clientes, principalmente alemanes, quienes requerían de su asesoría jurídica y en el plano de las inversiones.

En 1989 Vera Timme, quien aterrizaba en Margarita como turista, se enamoró de la región y decidió radicarse en la Isla. Conoció a Roberto, con quien se asociaría más tarde, y también a quien es su esposo desde 2006, un venezolano dueño de un restaurante. "La Isla me cautivó por su gente amable, atractivos turísticos. Es bella y tranquila".

Era la época en que las grandes corrientes del turismo internacional visitaban la Isla, incluyendo a sus coterráneos de Alemania. Al paso del tiempo son contados los visitantes europeos. Apenas algunos rusos e italianos, pero ya no se notan los holandeses, alemanes y canadienses. Coincidió en que la potencialidad de la Isla sigue siendo muy alta por los atractivos que posee y porque es la ventana de Venezuela al mundo.

"Me identifico plenamente con esa frase, porque no hay ninguna isla del Caribe como Margarita en su potencialidad de multidestino, desde donde el turista puede movilizarse desde aquí hasta Los Roques, el Parque Nacional Canaima, conocer La Gran Sabana e incluso en el propio estado, ir y venir a las islas de Coche y Cubagua. Incomparable con otras del Caribe", dijo Timme.

"Solo le falta la seguridad ciudadana, mejorar la atención y la promoción", complementó Roberto.

Entre fusiones y el pastel de chucho

La Isla ha avanzado es en su oferta gastronómica, aseguró Roberto Calvarese, quien disfruta tanto de la Casa de Esther en Pedro González, como del restaurante Amaranto en Pampatar. Así como le atrae la comida mantuana y tradicional, no se resiste a fusión de sabores con toque tailandés, por ejemplo. El pastel de chucho y pescados frescos también son sus delicias.