Aunque muchos no lo imaginen por su compenetración con la escena cultural insular, Pedro Salima vino al mundo y se crió en Punto Fijo. / Foto: TANYA MILLAN

26 Ene, 2014 | Han pasado veintisiete años desde que Pedro Salima vino de su Falcón natal no atraído por el desarrollo económico que experimentaba Margarita entonces, sino siguiendo los designios del amor.

Su matrimonio con una margariteña –Clorinda Fuentes- lo trajo a las costas insulares para ya no volver a salir. "Acordamos que nos quedábamos donde consiguiéramos trabajo primero y fue aquí", dice recordando las circunstancias de aquella decisión trascendental. Él acababa de regresar de un año en la desaparecida Unión Soviética y juntos habían hecho el pacto de mudarse a donde el primero lograse gestionar un empleo.

Era la Margarita en la que "La Media Naranja" marcaba el comienzo de la avenida Santiago Mariño.

La emblemática (y también desaparecida) tienda fue el primer trabajo del escritor en la Perla del Caribe.

Con los años, la labor del falconiano fue acercándose al terreno de la cultura y alejándose de la administración, hasta el punto de ser reconocido más por su trabajo en las letras y el cine, que con los números.

"Yo vine de paso y todos estos años después sigo diciendo que estoy de paso", dice el autor revelando su nostalgia por la tierra que lo vio nacer. Nueva Esparta mantiene cerca sus recuerdos con paisajes áridos como los de Macanao y Coche y con gente amable como la de sus pueblos. "A Margarita la transformó el Puerto Libre y a Falcón la industria petrolera", agrega a la lista de similitudes entre ambos parajes.

"Una muerte y otros cuentos amortajados" es el primer libro que Salima publicó en suelo guaiquerí, dentro de su género preferido, la narrativa.

Hace ocho años también decidió hacer caso a los consejos de María Nela Alas, Víctor Luckert y Edmundo Aray y poner su pluma al servicio de los guiones cinematográficos.

Los detalles de un largometraje inspirado en la vida de Domingo León consumen en estos días sus esfuerzos creativos. Su talento para estas lides fue reconocido por el Festival de Cine Latinoamericano y Caribeño de Margarita, cuyo jurado decidió incluir una de sus obras en el taller de guiones "Rodolfo Santana". Ahora espera que su debut en el gran formato tome vida en la pantalla, una vez terminado.

Mientras ese día llega, este margariteño asimilado por el amor sigue expresando sus opiniones en columnas, contando historias e imaginando películas.

Entre letras

Pedro Salima se inició en la escritura a través de la lectura, acción por la que mostró pasión desde pequeño hasta el punto de sorprender a sus familiares solicitando libros como regalos de cumpleaños. Su otra pasión –el cine- también se inculcó desde el hogar. Su padre era socio de un cine en Punto Fijo, hecho que le abrió las puertas de un mundo del que hoy forma parte como guionista.

En Margarita se ha dedicado a las proyecciones itinerantes, como las que ofrece la Asociación por un Buen Cine los sábados en la sede de la Asociación de Escritores en Guaraguao. Entre sus obras literarias figuran: "En otra piel", "Algunos lugares, otros cuentos" y "Nocturnos de abril".