31 Ene, 2014 | Recientemente en reunión con la directora sectorial de Educación y con su equipo de trabajo, conversábamos armónicamente acerca de algunos puntos que como representantes sindicales nos preocupaban y preocupan, tales como la celebración del Día de Educador, la discusión del IX Contrato Colectivo, las deudas pendientes, la Casa del Maestro, entre otros. Por supuesto debo resaltar la gran receptividad que hemos tenido de parte de la profesora Noris Soto, quien ha escuchado con atención nuestros planteamientos, dando algunas respuestas a los de su competencia y elevando otros al ciudadano gobernador.

Respecto a la celebración del Día del Educador hubo ciertos acuerdos y, aunque los actos se realizaron de acuerdo con lo pautado, debo recordar que la Orden "Honor al Mérito" nació con el II Contrato Colectivo, cláusula 19; es decir, es una propuesta sindical, no pertenece al patrono, tampoco a los sindicatos, sino que debe ser una fecha donde todos los actores del proceso educativo sean copartícipes para rendir homenaje a nuestros educadores, y no para buscar protagonismos, como se ha pretendido hacer los últimos años.

En cuanto al pago de las deudas, alguien me decía que debía agradecer públicamente al gobernador "todo o que ha hecho por los maestros", y créanme que no tendría ningún problema en hacerlo, si de verdad viera que los educadores estadales recibieran algo distinto de lo que son sus derechos sociolaborales; pero como lo cortés no quita lo valiente, reconozco, sí, que el gobernador ha atendido las solicitudes reivindicativas del Magisterio y, lo más importante, ha dado respuestas concretas.

Indudablemente, cancelar las clasificaciones a un grupo importante de docentes y pagar las prestaciones sociales a otros tantos representa un acto de justicia social hacia quienes con esfuerzo se superaron académicamente, y hacia quienes luego de 25 o más años de servicio veían pasar el tiempo sin recibir su dinero, ganado con arduo trabajo y sacrificios; muchos de ellos con enfermedades graves o, peor aún, algunos que murieron durante la espera. Esto obviamente merece un reconocimiento público, y así lo hago. Sin embargo, pienso que nadie está obligado a agradecer a ningún gobernante por lo que éste haga en beneficio del pueblo o de sus trabajadores, por cuanto para eso es elegido.

Esperamos que el gobernador siga haciendo honor a su palabra y cumpla lo antes posible las promesas lanzadas el Día del Educador en el "Omar Carreño" acerca del ajuste salarial, ya que actualmente un docente estadal, categoría I, devenga un sueldo de Bs 3.815; o sea, una pírrica diferencia de Bs 545 en comparación con el salario mínimo (Bs 3.270); y respecto a la cancelación total de la deuda económica y social que se tiene con el Magisterio.

En cuanto al Contrato Colectivo, estamos a la espera de que la Inspectoría Regional del Trabajo revise el proyecto que le fue entregado por los sindicatos docentes y lo envíe a las instancias correspondientes para iniciar la discusión. Finalmente, esperamos también que el gobernador cumpla su compromiso de iniciar la recuperación de la Casa del Maestro, máxime cuando se aproxima el natalicio del Maestro Prieto, y esos espacios son utilizados para la realización de los actos en homenaje al "Ilustre asuntino".

En estos dos últimos puntos sí agradezco de antemano el apoyo que él pueda prestar.