28 Abr, 2019 | Una de las complicaciones de los días calurosos, en las personas de tercera edad es un golpe de calor. Este puede provocar, inicialmente: enrojecimiento y aumento de la temperatura de la piel; exceso de sequedad en la piel y labios; sensación de sed intensa; sudoración excesiva; sensación de sofoco; temperatura igual o mayor a 40º C.

Cuando el problema pasa a un segundo nivel de gravedad, surgen otros síntomas como: debilitamiento de los músculos y calambres; mareos, sensación de vértigo y dolores de cabeza, micción poco frecuente y cambios en la orina, ausencia de sudoración; pérdida de apetito y dolor de estomago.

Finalmente, cuando la situación se torna más alarmante y peligrosa, la persona puede sufrir: Hiperventilación; agotamiento extremo; náuseas y vómitos; estado de desorientación; pérdida de la consciencia o convulsiones; pérdida del conocimiento o desmayos e incluso muerte en el caso de no corregir la acusa y recibir tratamiento.

La medida principal para hacerle frente a un golpe de calor es evitar el entorno caliente. Se debe buscar un lugar fresco. Es conveniente aflojar las prendas ajustadas y consumir bebidas hidratantes.

No ingerir bebidas alcohólicas tipo cervezas o refrescos azucarados, ya que estos contribuyen a la deshidratación. Los líquidos recomendados, deben contener sales minerales que ayuden a mantener el equilibrio de los electrolitos del cuerpo, es decir sueros, agua de coco. También se recomienda manzanilla o limonada fría. Las bebidas como gatorade, red bull, etc. no son recomendadas, porque no son eficientes corrigiendo deshidrataciones de la tercera edad.

Otras medidas también incluyen:
Humedecer la piel con una toalla húmeda
Utilizar prendas que protejan el cuerpo del sol
Nos leemos en 8 días. Que la Virgen les mantenga bajo su manto protector.