12 Dic, 2017 | Los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de las elecciones municipales no deben sorprender a nadie. Su explicación está en la incoherencia y falta de unidad de las fuerzas democráticas y por la arbitrariedad, manipulación y ventajismo del gobierno.

Ese llamado a la abstención electoral de ciertos sectores de la oposición fue un grave error político que repite la nefasta experiencia de las parlamentarias de 2005. Una decisión política absolutamente equivocada.

La verdad es que este gobierno y sus fuerzas siguen siendo una minoría. Hay una situación económica y social que demuestra hasta la saciedad la ineficiencia de la gestión gubernamental de Maduro. Pero esas condiciones objetivas necesitan de una fuerza política unida y coherente que impulse ese cambio.

La oposición había conquistado en las anteriores elecciones municipales las alcaldías de Maracaibo, Valencia, Barquisimeto, San Cristóbal, Valera, Mérida, Maturín, Barinas, El Vigía, Petare, Porlamar, La Asunción, Juan Griego, Pampatar, Chacao, El Hatillo, Baruta y otras no menos importantes. De ellas, de las grandes capitales solo se mantuvo San Cristóbal en el campo opositor, y seguramente las alcaldías del este de la capital de la República de acuerdo al primer boletín del CNE.

Aquí en Nueva Esparta la situación no podía ser diferente; a pesar de los esfuerzos realizados por el gobernador Alfredo Díaz y otros factores, se ganó solo en la Alcaldía de Pampatar.

Frente a ese panorama, hay que dar paso a la reflexión para el análisis sereno y desapasionado de la nueva realidad municipal. Emprender un importante y decisivo esfuerzo para recuperar la confianza de nuestros ciudadanos en la ruta democrática. La unidad será vital para definir una estrategia clara e inequívoca. Un solo candidato presidencial apoyado por todos los factores del cambio político.

Quienes estamos acostumbrados al quehacer político serio, responsable y honesto seguimos comprometidos en esta lucha hasta vencer.

Estoy plenamente convencido de que no hay hombres, ni fuerzas políticas capaces de detener el cambio y estos episodios serán superados con una línea política correcta, unida y coherente que conquistará ese cambio político que la mayoría del país quiere y necesita, incluidos aquellos que por necesidad o ignorancia pueden estar con el oficialismo que ha llevado a este país al caos y la ruina.