24 Oct, 2017 | Ganar la Gobernación de Nueva Esparta no era una tarea fácil ante uno de los consentidos del proceso, Carlos Mata Figueroa, y además un general de cinco estrellas amigo de Chávez y Maduro y amparado por el Gobierno nacional en la entrega de recursos para su gobierno. Pero Mata Figueroa no supo manejar con propiedad los recursos asignados y se perdió en medio de la crisis para ganarse el repudio de parte de sus partidarios que terminaron sufragando contra él.

De ahí insurge Alfredo Díaz como el candidato de la Unidad regional, con fortalezas y debilidades en materia de gobernabilidad, pues algunas críticas le dieron duro sobre la refacción de Porlamar y la realización de obras emblemáticas de mayor envergadura, pero con una obra social importante para atender a las clases más necesitadas. Eso llevó al alcalde de Porlamar a la arena política con el respaldo de todas las organizaciones políticas que en número de 21 le dieron el espaldarazo para que fuera Gobernador de Nueva Esparta. De esa forma dejó en el camino al exgobernador Morel Rodríguez, que sin partidos políticos que lo apoyaran, salvo el minusvalizado MRA, que hace rato viene sufriendo mutaciones que solo sirven de elementos decorativos de una historia que ya finalizó. Con esa jugada, Morel se apartó del juego, no por no tener ganas, sino por carecer de aliados de renombre y por la presión de la gente para abrir paso a los cambios generacionales en la política insular.

Se dio el proceso de elecciones con todos los actores de acuerdo en participar, pero viendo de reojo la orden presidencial de poner a la ANC como el organismo supraconstitucional ante el cual debían presentarse los gobernadores triunfadores. Esa coletilla, que no parecía importante, sería a futuro el elemento determinante para el inicio de la confrontación política, pues cobró más importancia cuando los oficialistas "ganaron" 18 gobernaciones y la oposición solo se alzó con cinco y una en tela de juicio por las trampas armadas en suelo guayanés.

A partir de ese momento empezó la pesadilla de los cinco gobernadores que quedaron en la línea de fuego, porque sus gobernados en Asambleas Populares le dieron el mandato de que fueran a Caracas a juramentarse ante la ANC y por eso hoy día Alfredo Díaz asume el mando con el apoyo de los margariteños y cochenses, pues cualquiera de las dos decisiones serían importantes ante el dilema político.