“Desde el 2000 hemos venido introduciendo todos los años las solicitudes para realizar elecciones gremiales y no hemos recibido respuesta alguna del CNE”, dijo José Antonio Narváez en "Mar de Fondo". / Foto: YULIANNYS GONZÁLEZ @yuliaseret

11 Jun, 2017 | “El hospital Luis Ortega (HLO) de Porlamar fue fundado en 1952 con 300 camas para atender una población que apenas sobrepasaba los 100 habitantes. Hoy tenemos ese mismo hospital con diversas remodelaciones y ampliaciones, diferentes inversiones que se han hecho para ampliar su capacidad de atención, pero sigue siendo un hospital de 300 camas y hoy tenemos 600 mil habitantes, más una población flotante que no la teníamos en el pasado, que están por el orden de los dos millones de personas. Esto de por sí indica que el HLO es insuficiente”.

El comentario lo hizo José Antonio Narváez, presidente del Colegio de Médicos de Nueva Esparta, durante su participación en el programa "Mar de Fondo" que se trasmite semanalmente a través de la plataforma digital de Sol de Margarita.

-Una propuesta del Colegio de Médicos desde que nos instalamos allí en 1998 fue la de construir otro hospital con las mismas características del Luis Ortega, que debería ser ubicado en la zona de expansión poblacional que es la que está a lo largo de la avenida Juan Bautista Arismendi, correspondiente a los municipios García, Díaz y otros aledaños, y transformar al Luis Ortega en un hospital tipo 4, en el cual se pudiera implementar una Escuela de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oriente, desde el primer nivel hasta los postgrados, estos últimos ya los tenemos; bueno, eso no se ha hecho.

- ¿A qué atribuyes que no se haya oído este planteamiento? ¿Será por el choque entre las corrientes que priorizan la medicina preventiva frente a la curativa?

-Eso puede ser cierto, pero la gente siempre se va a enfermar y la cantidad de pacientes siempre va a sobrepasar la capacidad de atención de un hospital como el Luis Ortega. La Organización Mundial de la Salud dice que debe haber tres camas por cada mil habitantes, lo que indica que se necesitan mil 800 (el déficit es de 1.500 camas). Ahora bien, es cierto que la prevención es importante y el modelo Barrio Adentro, que venía ofreciendo esa medicina preventiva, ha venido reduciendo su accionar en esa área.

Refiere que cuando se habla de que en el estado hay 100% de cobertura en salud, se está diciendo un “embuste” y que en Margarita siempre hubo medicaturas rurales.

“Cuando empezó Barrio Adentro, en las casas de los vecinos, había algún cubano que ofrecía atención a los de ese sector; ellos vivían en esas casas. Pero ahora todos se han ido. Lo que están haciendo ahora con los médicos que están formando acá en Macanao, los médicos integrales comunitarios que no surgen de nuestras universidades tradicionales, es que los están ubicando en las medicaturas rurales, que era donde venían a cumplir con el artículo 8 (Ley del Ejercicio de la Medicina) los médicos que salen de nuestras universidades tradicionales, UCV, UDO, Zulia, Carabobo, su año rural, y entonces a eso lo están llamando cobertura 100%. Eso es un embuste”.

Llegadero

Respecto a algunos problemas puntuales, Narváez dijo que en Margarita estamos “llegando al llegadero”. Relató que gracias a nuestra condición de insularidad, se tenía un stock de insumos por lo menos en la Unidad de Hemodiálisis, que permitía un mínimo de funcionamiento para dos o tres meses, cuando en tierra firme el inventario era menor porque allí era más fácil el acceso a esos insumos.

“Ahora estamos viendo que los insumos, al menos para hemodiálisis se están reduciendo. Vemos que los medicamentos presentan escasez del 95% en la región, de antibióticos, analgésicos, anticonvulsivantes, que son necesarios también en la Unidad de Hemodiálisis para evitar infecciones que pudieran producirse en los pacientes. También faltan los catéteres que se usan allí”.

Comentó que otros pacientes en riesgo son los que padecen cáncer cuyos tratamientos no están llegando completos. “Tienen que hacer colas desde las tres de la mañana en el hospital para ser atendidos en la farmacia de alto costo y se van a veces con las manos vacías, y en el caso de los que han sufrido traumatismos, pasan no menos de tres meses antes de ser intervenidos. Muchas veces necesitan algún instrumental, algún material que debe ser contratado a casas comerciales a las cuales se les debe otros insumos y hasta que no paguen, no se les surte de los nuevos materiales”.

Al parecer, la situación del Luis Ortega es dramática. Al decir del dirigente gremial, el nosocomio está convertido en un hospital para atender sólo emergencias; además, está sobrecargado por los problemas que tienen los centros de atención de la red periférica y destaca que hasta hace dos semanas el 60% de los quirófanos disponibles en la región estaba cerrados.