10 Jun, 2017 | Seguramente más de uno de ustedes ha sentido la sensación de estar en una casa del terror. Algo similar se parece a lo que viven los seres humanos hoy en día. Es un espacio interior donde le temes a todo; por ejemplo, miedo a que te miren, a equivocarte, a ser criticada, a no convertirte en la persona que la sociedad o tus seres queridos desean para ti.

Vale destacar que el miedo es una sensación propia del ser humano y se proyecta como estados (mentales y físicos), por lo que al ser emociones, éstas te mueven a hacer algo. Dependiendo del grado de este sentimiento, éste te puede paralizar o permitirte avanzar, puesto que se vive en una sociedad en la que has aprendido a actuar desde el miedo. Aun así, no has tenido herramientas para saber cómo sentir y expresar tus emociones, porque siempre te expresas desde la razón y no desde tus sentimientos.

El sentir miedo puede ser positivo, es decir, puede hacerte sentir vivo. En los momentos de amenaza, muchas veces, te protege del peligro y te pone en estado de alerta. Ahora bien, quizás cuando eras pequeño no sentías esa sensación de miedo cuando te trepabas a un árbol, sin medir la altura ni sus consecuencias. Probablemente, ya estando un poco más grande sientas rechazo al querer subirte a un árbol que esté muy alto o que posea ramas débiles. Esta sensación puede estar asociada al miedo.

En la actualidad, es complicado reconocer tu propio miedo, puesto que te da pánico aceptar que esto te pueda abatir. De este modo, dejas de darle la importancia y atención que se merece, y sin saberlo empeoras la situación: comienzas a guardarlo a lo largo de tu vida y un día sin ton ni son o por otra situación, aparece una escena de terror y no sabes por qué. Son muchas las secuelas que esto puede ocasionar, pero lo importante es saber cómo actuar o reconocer la causa del miedo, antes de que sea peor la situación.

Entonces, el primer paso a seguir para ganarle al miedo, es saber hallar el origen: ¿por qué estás sintiendo ese miedo? ¿Qué sensación te provoca ese miedo? También te puedes conectar e identificarlo con alguna situación, bien sea del presente o pasado. Cuando te tomas el tiempo para identificar, abrazar y vivir tu miedo, desde la sensación que sea, acéptalo y libéralo. Esconderlo y evadirlo no trae ningún beneficio a tu vida.

Si te sientes identificado con alguna sensación de pánico, desde mi propia experiencia, te invito a que te sientas orgulloso de ti mismo, porque ya has dado un paso muy grande, el cual es identificarlo y saber que estás viviendo dicha experiencia. Estos procesos muchas veces no son del agrado de algunas personas. Pero si ves la propia naturaleza cuando pasa un huracán y deja desastres, ella misma hace limpieza arrasando con todo, y al final se aparta para dar luz, calma y paz.

Permítete vivir y sentir tus propios miedos.

¡Tú ya puedes lograrlo!