Hay personas que llevan flores de sus jardines o sólo rezan. / Foto: GÉNESIS VELÁSQUEZ

31 Oct, 2016 | La situación económica del país deja muy poca libertad, y es que los neoespartanos que visitan los restos de sus seres queridos en el cementerio de Porlamar ya no se pueden dar el lujo de llevarles flores, pues el valor de estas se ha disparado y son muchos los que piensan que es preferible comprar comida que llenar los porrones del panteón familiar.

Edgar Rosales, quien tiene 28 años vendiendo flores frente al cementerio, dijo que cada vez las ventas son más flojas pues ya los dolientes no están comprando flores como antes. Indicó que un paquete de pompones cuesta unos tres mil bolívares y tres rosas son venidas por mil bolívares.

Xiomara Rodríguez, lleva más de 24 años en este oficio, y afirma que los dolientes no adquieren ni la cuarta parte de lo que compraban antes.

“Nadie va a dejar de comer por comprarle flores a un muerto. Las flores han aumentado hasta en un 50% y es poco lo que le ganamos. Este domingo fue flojo porque el miércoles es el Día de Muertos”.