23 Sep, 2016 | ¡Me subyugan los diamantes! Puedo pasar horas hipnotizada con el brillo de estas pequeñas piedras preciosas.

Anualmente se remueven enormes cantidades de tierra para extraer unos pocos diamantes de las profundidades. Para hacernos una idea, se requieren aproximadamente 2800 toneladas para sacar un diamante en bruto. Esa fea y tosca piedra cubierta de capas de carbono, apenas identificable por un destello de brillo, tiene poco valor sino es sometida a un largo y riguroso proceso de tallado y pulido, cuyo resultado será una hermosa, costosa y muy brillante piedra preciosa.

En días pasados tuve la maravillosa oportunidad de visitar Caprice en Tiberiades, Israel. En este lugar se pule anualmente el 61% de los diamantes provenientes de DeBeers y la Bolsa de Diamantes de Londres, que controlan la casi totalidad de la materia prima mundial. El proceso de tallado de una pequeña roca incluye el trabajo de muchas personas y empieza con una inmersión en líquido y primera pulitura de, al menos, 8 horas para remover el carbono y otros minerales. Pasa por varias etapas, incluyendo el corte que le otorgará su identidad final (brillante, baguette, corazón, princesa, etc). Y estando allí, rodeada de brillo,se me ocurrió que pulir diamantes es un proceso similar a desarrollar talento.

La calidad y valor del diamante viene dado por lo que se conoce como las 4 C's: Carat (peso en quilates), Color, Claridad y Corte. Así mismo, el valor del talento podríamos determinarlo, entre otras, por las siguientes C's:

·Carácter. Base de la personalidad que proviene de una fuerte base de principios y valores. Lo asociamos con inteligencia emocional, auto dominio, resiliencia, ambición, perseverancia. Su ámbito es el de la Gestión de Sí Mismo.

·Conexión. Acá aparece el sentido, las causas por las que vale la pena luchar y la conexión con la trascendencia. Tiene que ver con la Gestión del Sentido.

·Consideración. Relación con el entorno donde el mundo y los otros importan. Impacto e influencia, empatía, sensibilidad social. Es el ámbito de la Gestión de las Relaciones Interpersonales.

·Competencia. Liderazgo, creatividad y capacidad para producir resultados extraordinarios que agregan valor. La competencia podemos vincularla a la Gestión de los Resultados.

Muchas horas de esfuerzo y dedicación se requieren para desarrollar talento, sin garantía del resultado y sin derecho de propiedad. Y así como de entre miles de piedras de carbono destaca el breve destello de un futuro diamante, solo alguien alerta y con mirada aguda puede detectar el potencial por encima del desempeño actual. Pero, a diferencia de la piedra cuyo papel es pasivo, el proceso de desarrollar personas requiere deseo, voluntad, disciplina, entrega y paciencia tanto del o los mentores como del mentee o aprendiz. Del mismo modo que se remueve carbono del diamante, la persona cuyo talento quiere desarrollarse debe prepararse soltando hábitos inefectivos del pasado, desaprendiendo viejos patrones, disponiéndose con apertura y confianza, y confiriendo autoridad a quien o quienes lo acompañarán como mentores durante el proceso.

Como el tallado de diamantes, el camino del desarrollo puede ser largo y tortuoso, con tramos duros, curvas, subidas, bajadas y retrocesos; también con avances, valles frescos, éxitos y satisfacciones. Ciertamente podemos comprar diamantes en una joyería tal como es posible contratar talento ya desarrollado, pero eso implicaría sacrificar la posibilidad de agregar valor desarrollando mejores seres humanos.El resultado del proceso es la emergencia de una mejor versión del aprendiz. Y, tal como el tallador se retira para dejar fama y glorias al diamante, el mentor da paso al aprendiz cuando está listo para desplegar talento en todo su esplendor.

La invitación que nos dejo es doble. Por una parte, descubrir nuestros propios talentos, hacerlos emerger y ponerlos al servicio del mundo; y por la otra, identificar potenciales diamantes y ayudarlos a brillar.