La docente y cultora Inés Rojas se confiesa defensora de las manifestaciones culturales margariteñas. / Foto: GLADIFER ALBORNOZ

7 Ago, 2016 | “El que quiere lo nuestro, tiene como defenderse de lo foráneo”. Esta expresión refleja la determinación que asumió la cultora y docente Inés Rojas desde sus nueve años, cuando se percató que debía asumir una actitud para contrarrestar “la penetración que había de otros géneros musicales, en desmedro de los nuestros”.

En un hogar signado por la música tradicional margariteña, Rojas cultivó su pasión y amor por esta herencia musical que la hace ser en la actualidad “una soldada de la cultura”. Para esta docente que se desempeñó durante 13 años como jefa de la Dirección de Coordinación con Entes Públicos y Privados del Sector Cultural en la Zona Educativa, inculcarles a los niños el amor por lo propio es la prioridad.

Trabajo que desde 2000 desarrolló en los planteles educativos y también en el hogar. La semilla que sembró y cuidó por 13 años rindió sus frutos, con una amplia cosecha de niños, adolescentes y docentes que despertaron esa pasión por la margariteñidad y que aun continúan en la planificación de festivales donde se exhiben las manifestaciones culturales de esta tierra guaiquerí.

Desde el hogar, hoy luego de 11 años de brega, puede decir que el vínculo con la difusión y revalorización de la música tradicional y las expresiones culturales es una misión cumplida.

Su hijo, Robert Jesús Marín Rojas, con solo 11 años es un ejemplo de esa nueva generación que tomó esos estímulos para defender las costumbres margariteñas, para amar, enaltecer y difundir lo neoespartanos.

“Me siento comprometida desde mis más profundas raíces por preservar lo nuestro”, afirmó Rojas, quien ahora lejos de los planteles educativos, se mantiene fiel a sus principios como cultura y desde el Centro de Estudio y Difusión de la Música Neoespartana (Cedimn) y el Circulo Internacional de las Artes capítulo Nueva Esparta (Ciane), desarrolla propuestas para difundir la herencia cultural de Nueva Esparta.

Aun estando lejos de los estudiantes, el espíritu docente de Rojas está intacto. “Mi inquietud es que los niños neoespartanos y venezolanos conozcan sus tradiciones”.

Aseguró que gran parte de esa labor está en los hogares y en las aulas, por lo que explicó que es vital que los docenes, así como padres y representantes conozcan el origen de las tradiciones neoespartanas. “No puedes enseñar lo que no sabes”, insistió la docente y cultora.