9 Jul, 2016 | Con el correr de los días, los deberes o quehaceres de cada uno, vives en una constante angustia, que todo los problemas que acontecen a tu alrededor giran en torno a la misma cosa hasta llegar a ocupar un lugar importante en tus diálogos internos.

En la actualidad la angustia se ha convertido en un síntoma, donde la duda, la incertidumbre son características propias de la misma y se hacen presentes en los diferentes ámbitos de tu vida.

Por lo general, cualquier cosa que signifique un cambio, una nueva carrera profesional, el salir de tu zona de confort, que te mudes, que tus hijos tomen sus propios caminos, el no tener un trabajo estable, las relaciones con los otros, el no tener pareja, toda esta serie de situaciones generan como se dice, en el fondo o muy dentro tuyo cierta angustia.

Cuando te das cuenta de que el resultado se dio de una manera natural, tranquila y fluyó como tenía que ser, quedas desgastada y cansada. Aquí es cuando te das cuenta que no valió la pena el angustiarse tanto o darle tanta atención algo que era simple pero tu propia angustia no te dejaba ver ese lado.

Frecuentemente la angustia va de la mano con otras sensaciones como los miedos, la tristeza, ansiedad hasta la misma depresión.

Desde mi experiencia porque como tú, también yo he tenido momentos de angustia en mi vida, aquí te muestro como aceptarla para no llegar al desgaste.

1- Actividad Física

Ponte en movimiento practicando cualquier deporte que te guste o el que sea de mayor agrado para ti.

No tienes que inscribirte en el mejor gimnasio para ponerte en marcha, lo importante es que realices cualquier ejercicio, por ejemplo, a mí me gusta caminar y cuando lo hago trato de hacerlo por una hora.

Las largas caminatas me ayudan a calmar mi espíritu, mostrándome otra perspectiva de la angustia, dándome las soluciones a lo que llamamos problemas.

2- Revisa tu nivel de estrés

Cuando tengo esta sensación, lo que hago es ponerme a leer un libro, esto me ha servido de gran ayuda en mi vida, hace que me desconecte de la situación.

También el delegar lo que no esté a tu alcance, te dará gran tranquilidad. Establece mejor tus prioridades y valora lo que tienes sin llegar al extremo del esfuerzo excesivo.

3- Acepta la sensación de angustia

Mi manera de reconocerla sería recordando algún momento de mi vida en donde la he experimentado. Es importante identificarla bien esa angustia, por ejemplo, que te hayas quedado encerrado en un ascensor.

Quizás esa angustia no tenga que ver con tu momento o situación actual, pero el identificarla, abrazarla y darle las gracias te ayudará a seguir adelante en tu día a día. Te aseguro que al ubicarla sentirás de todo, pero al hablarle sentirás en tu cuerpo una sensación de paz, tranquilidad. Es darle una salida saludable a tus emociones.

Alcanzar la paz es un proceso y con lo que te sugiero es suficiente para dar los primeros pasos. Confío en tus capacidades y mi propósito es recordarte que ¡Tú ya puedes lograrlo!