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28 de abril de 2024





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Trabajan con las uñas para entregar cultura
A falta de recursos de los entes gubernamentales, la directiva de la Sociedad Pro Arismendi se vale de potazos, bingos y noches de boleros para recabar fondos y así no decepcionar a los niños que participan en las Danzas Trapiche, la Orquesta Típica Juan Francisco Farías o la coral José Ramón Hernández.
Karla Marval Esteves

Foto: JHONNATAN BENÍTEZ.

/ Foto: JHONNATAN BENÍTEZ.

7 May, 2016 / El vínculo de los margariteños con su amada Isla es tan fuerte como el roble, tanto así que en la época más difícil de la vida en Margarita, cuando los insulares fijaron rumbo hacia otros horizontes en busca de bienestar, siempre tuvieron presente a quienes se quedaron en la Perla del Caribe.

Los antolinenses, igual que margariteños de otras localidades que también migraron, siempre tuvieron los pies en el Zulia, pero el corazón en Margarita. Y por ello, este grupo integrado por Eugenio Rosas, Juan Farías Medina y muchos otros, preocupados por sus familias y amigos, organizaron y registraron la Sociedad Pro Arismendi, en el Campo Rojo de la entidad zuliana el 3 de octubre de 1937. La Sociedad fue llamada Pro Arismendi porque en ese entonces las comunidades del actual municipio Antolín del Campo estaban adscritas al otrora distrito Arismendi.

El trabajo de estos hombres que salieron en busca de la vida en los yacimientos del oro negro, se vio reflejado de inmediato en la comunidad y, como explica Ana Rosas, presidenta de la seccional Nueva Esparta, fundada el 18 de febrero de 1939, el fin de la sociedad fue trabajar por la cultura, el deporte y la labor social en este municipio, para promover valores y la integración de los vecinos de Antolín del Campo.

La sinergia del pueblo de Paraguachí con la Sociedad Pro Arismendi fue total. Rosas recuerda las historias de cómo se construyó la sede, pues un grupo de personas de la comunidad subían a los cerros aledaños para cargar los burros con rocas macizas, que luego los albañiles, pagados por los trabajadores del petróleo, convirtieron en paredes y muros de una gran casa que en la actualidad sirve de hogar al grupo Danzas Trapiche, a la Orquesta Típica Juan Francisco Farías, la coral José Ramón Hernández así como la depauperada biblioteca “Eugenio Rosas”.

El aporte de la Sociedad Pro Arismendi fue más allá de la entrega de ayudas monetarias, pues en esa época se organizaban vendimias y existía un Comité de Damas, que se encargaba de prestar colaboración a los enfermos, entregaban bolsas de alimentos a los más necesitados, entre otras acciones sociales que impactaban positivamente a esta comunidad. “Fue una labor social hermosa, de mucha disciplina”, rememora Rosas.

La sede de la Sociedad Pro Arismendi fue empleada en otrora para muchos fines, todos pensados en beneficiar a la comunidad, como lo fue la instalación de la primera escuela de comercio de Nueva Esparta, dirigida por el profesor José Ramón Marcano, gran protector de la institución; además, cuando el Ministerio de Educación era dirigido por el también margariteño Luis Beltrán Prieto Figueroa, los integrantes de la Sociedad Pro Arismendi, como Eugenio Rosas, Juan Francisco Medina o Tomás Yáñez, viajaron a Caracas para hacer la petición de una escuela, y fue así como la primera institución educativa del municipio funcionó en la sede de la Sociedad.

La actual presidenta de la Sociedad, quien además ha cumplido varios períodos al frente de esta organización, mencionó que en la sede también funcionó el comedor escolar; demostrando con hechos que la “sociedad ha cumplido una responsabilidad hermosa en el transcurrir del tiempo”.

Inversión con esfuerzo

“Trabajando con las uñas”, se lamentó Rosas, pues la institución, pese a ejecutar un trabajo con los niños y jóvenes, no recibe aportes de los entes gubernamentales. Es la comunidad quien coopera con ella cuando participan en las vendimias, bingos, noches de bolero o en los potazos que realizan para costear los trajes de las niñas de las Danzas Trapiche o algún implemento necesario para cumplir con los programas culturales que se desarrollan.

Algunas alcaldías, como las de Mariño, Marcano y Arismendi, han destinados algunos recursos para que esta institución cumpla con su rol de defensa y promoción de la cultura. Pero en cambio, la Gobernación del estado, que según Rosas es la garante y encargada de la biblioteca pública que allí funciona, ha dejado este espacio en la desidia. Desde hace tres años los aires acondicionados se dañaron y a la fecha los niños, jóvenes y adultos que acuden a este espacio para la lectura, lo hacen en condiciones paupérrimas. Aunado a la problemática de los aires acondicionados, Rosas afirma que el comején ha invadido la instalación.

Sociedad Pro Arismendi

Relación con la comunidad

La interacción actual con la comunidad no está en sus mejores tiempos. Rosas relató que la gente del pueblo es muy apática cuando se trata de planificar u organizar los eventos, pero cuando ya está todo listo acuden por decenas a las presentaciones de las danzas, la orquesta o el coro.

La Sociedad Pro Arismendi necesita de una generación de relevo que se involucre con lo social para proyectar el trabajo de la institución, que arribará este año a sus 79 años de fundada en el Zulia; para que además continúen con el trabajo realizado por directiva actual que prepara otros proyectos que “son sorpresa para la comunidad”.




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