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Bicentenario de la Toma de Juan Griego
Arismendi supo a tiempo la sorpresa para ponerse a salvo y lejos de acobardarse, juzgó que la noche del mismo día en que su gente había sido sorprendida era la más apropiada para caer de improviso sobre la guarnición escasa de Juan Griego y sin aguardar cooperación, con los pocos hombres que le quedaban, así lo hizo pasando a cuchillo la tropa que guarnecía dicho puerto.
Alexis Marín Cheng | elcronistadelmunicipiomarcano@gmail.com

12 Oct, 2015 | En anterior artículo aparecido en la columna Cronic-Academia de la edición del diario "Sol de Margarita" del día 10 de agosto de 2015, señalé que todo parece indicar que fue en el Fortín de La Galera donde se encontraba la guarnición que Francisco Javier Yanes, en su “Historia de Margarita”, señala fue asaltada por Juan Bautista Arismendi en la acción gloriosa del 16 de noviembre de 1815, en que “(…) asociado de unos pocos valientes, y armados con unos pocos fusiles y algunas armas blancas, asaltaron el destacamento de Juan Griego, quitándole como unos veinte fusiles marcharon sobre la Villa del Norte, asaltaron la Casa Fuerte, hicieron prisioneros al Comandante Cobian y su guarnición, y con las armas que le quitaron se creyeron, en disposición de libertar muy pronto la capital, y aún toda la isla (…)”. Es así como comienza lo que el mismo historiador tituló “Sublevación de Margarita” (Yanes, F.; 1998:37).

Por su parte, Mariano de Briceño en su obra “Historia de la isla de Margarita”, cuando se refiere a este acontecimiento, señala que Arismendi había fijado el ataque para el 15 de noviembre, lo cual participó a los principales conjurados y señaló el punto en que debían reunirse, pero una combinación de tantos hombres fue conocida por el gobernador realista Urrieztieta, quien con sus tropas acudió armado al lugar de la cita y allí mató a muchos que ya habían respondido al llamamiento. Arismendi supo a tiempo la sorpresa para ponerse a salvo y lejos de acobardarse, juzgó que la noche del mismo día en que su gente había sido sorprendida era la más apropiada para caer de improviso sobre la guarnición escasa de Juan Griego y sin aguardar cooperación, con los pocos hombres que le quedaban, así lo hizo pasando a cuchillo la tropa que guarnecía dicho puerto. (De Briceño, M.; 1970:146).

El primero se refiere como un asalto al destacamento, el cual debe entenderse como parte de una tropa del ejército que se separa del núcleo principal de las fuerzas a las que pertenece, para cumplir una misión especial, como lo era proteger al puerto de Juan Griego, propósito que en definitiva motivó a la Junta Provincial de Margarita para decretar la construcción de El Fortín de La Galera, en 1810. En cambio Mariano de Briceño utiliza el término guarnición, como se denomina a las tropas que protegen y están destinadas en un palacio, un castillo, un fuerte o un buque de guerra, y para ese entonces lo más parecido era el Fortín de La Galera, sitio que también en 1821 sirvió para concentrar a las tropas margariteñas que se reclutaron para ser enviadas a Angostura y que dieron lugar a las desavenencias entre el Gobierno y el pueblo de Margarita que culminaron con un motín en la fortaleza de Juan Griego dando libertad a los reclutas. (De Briceño, M.; 1970:146).

Por lo tanto, mientras no se demuestre lo contrario, es de presumir que el asalto de las tropas al mando de Arismendi ha tenido que ser al Fortín de La Galera, con base también a una nota aparecida en el periódico “Sol”, de los hermanos Rosario Campo, en su edición N° 65 del día 12 de noviembre de 1897, donde se apunta:

“Nos anuncian de la ciudad de Juangriego que ha llegado allí la estatua del ilustre prócer margariteño general Arismendi. Esta estatua, donación del Ejecutivo del Estado a aquella ciudad, se levantará allí como ornato, en recuerdo de la nunca olvidada acción llevada a cabo por aquel valiente caudillo de la guerra magna al arrebatar a las huestes españolas con heroísmo sin igual el fuerte que guarnecía a dicho puerto. Este es un gaje que deben los habitantes de la capital del Distrito Marcano al actual Presidente del Estado, por lo cual nos congratulamos, y le enviamos nuestros parabienes a la ciudadanía juangrieguera merecedora de contemplar a cada paso a aquel margariteño, cuyo valor no desmereció mientras circuló por sus venas el aliento vital”.




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