La primera dama asegura que esa “chispa” que tiene se la debe al apoyo que le dio a su madre cuando laboraba como empanadera. / Foto: CORTESÍA.

27 Sep, 2015 | En el seno de una familia humilde nació Leynys Malavé, una cumanesa que, seis meses después de venida al mundo, tomó a la isla de Margarita como su hogar. Desde muy pequeña esta mujer comenzó a foguearse con el pueblo al trabajar junto a su madre, la conocida empanadera Luisa

“Chepina” de Malavé, quien durante años laboró en la calle Velásquez de Porlamar, municipio Mariño y es reconocida por sus medialunas de rompe
colchón.

Malavé recuerda que mientras acompañaba a su madre a vender las empanadas no le gustaba estar de manos cruzadas, por lo que la apoyaba cobrando y atendiendo a los clientes; si el negocio estaba medio flojo, tomaba la bandeja llena de estos condumios y salía por los bulevares Gómez y Guevara a venderlas para no tener pérdidas.

Uno de los momentos que más disfrutaba era ir a la escuela, por lo que en la tarde asistía religiosamente a la Unidad Educativa Antonio María Fermín en el sector Conejeros, donde se planteó ser una profesional y darle ese orgullo a su madre “Chepina”, a quien considera una heroína.

A pesar de vivir en varios sectores de la ciudad marinera, fue en el sector Los Delfines donde su familia se asentó y donde pasó gran parte de su vida. Recuerda esta zona como un lugar con muchas precariedades, pero donde las personas se respetaban, querían y se apoyaban los unos a los otros.

“Viví en Los Delfines hasta que me casé. Soy una mujer querida por el pueblo porque sé cómo tratarlos, entiendo sus inquietudes porque yo también pasé por eso. Sé que es salir a clases con los zapatos limpios y que se te llenen de tierra porque no hay asfalto. Por eso los escucho y sobre todo les doy soluciones”.

Luego de salir del bachillerato quiso dedicarse a la milicia, pero esto no fue tan sencillo como pensó. Por ello escuchó el consejo que le dio su madre y se inscribió en la Universidad de Margarita para estudiar Derecho.

Fue allí donde conoció a su esposo, el alcalde Alfredo Díaz, quien en todas las clases se aparecía con una tasa de café para él y otra para ella. A pesar de tener una buena relación, el amor no nació allí.

Leynys militaba en el partido Copei y comenzó a laborar en el Concejo Municipal de Mariño. Fue allí donde se reencontró con Alfredo Díaz, quien le pidió que lo apoyara en su campaña para alcalde, prometiéndole que si ganaba ella sería su secretaria de despacho y así fue.

Luego de unos años trabajando juntos se casaron y comenzó su papel como primera dama del municipio Mariño, labor que le
ha traído muchas satisfacciones.

Comenta que la gente no la ve como esa primera dama inalcanzable pues es una mujer que los trata con sencillez y los escucha sin importar el lugar donde se encuentre. A pesar del cariño que la gente le profesa, no tiene aspiraciones políticas pues dice que esta abocada a ayudar al pueblo y estar junto a ellos.

La familia está primero

Leynys María Malavé de Díaz nació en Cumaná, estado Sucre, el 19 de enero
de 1981, está casada desde hace cinco años con el alcalde del municipio Mariño, Alfredo Díaz.

De esta unión nacieron sus hijos Victoria Sarahí, de cinco años, y Alfredo Isaac,
de un año.

Su labor como madre y esposa es primordial, por lo que comenta que luego de las cinco de la tarde dedica su tiempo a atender a su familia por sobre todas las cosas.

Estudió Derecho en la Universidad de Margarita, donde egresó en el año 2005, siendo parte de la segunda promoción de esta alma máter.

Buscando consolidar sus conocimientos se inscribió en la maestría de Derecho Procesal en la Universidad Santa María, en Caracas, a la cual asistió con mucho esfuerzo.