Este joven de 29 años ha trabajado por varios años en la parroquia San Francisco Javier, llevando los grupos de apostolado. / Foto: CARIDAD LEAL

6 Sep, 2015 | Estar cerca de Dios y fortalecer la fe católica en el estado Nueva Esparta es la gasolina que le da fuerza al motor de la vida de Doily Hernández, un porlamarense de tan solo 29 años y que ha logrado dejar una huella importante en la vida religiosa de El Poblado.

Para este creyente y amoroso de la Virgen del Valle, los primeros pasos en la vida cristiana los dio junto a su familia, a quienes agradece haberlo encomendado desde niño a Dios y nutrir esa devoción desde que nació. Empezó a relacionarse con el catolicismo cuando estuvo en la catequesis en la parroquia San Francisco Javier de Palguarime (Porlamar) y fue en la iglesia de esta localidad donde efectuó su primera comunión.

Luego, en octubre de 1998 realiza su confirmación, misa que fue oficiada por monseñor César Ortega, quien fungía como obispo de Margarita y que también fue su padrino en este acto de compromiso católico.

Fue en ese momento que sintió un gran compromiso con el trabajo pastoral y empezó a ayudar en dictar el catecismo a los niños que se preparaban para recibir su primera comunión. Durante ese momento de su vida, entre reflexiones se preguntó el porqué de Dios, y fue allí, por medio de la lectura de la Biblia, que entendió que Dios es el proveedor de todo lo que necesitamos en nuestras vidas.

A pesar de su juventud, Doily tiene más de 21 años dedicado a la vida religiosa. Uno de sus trabajos y el que ve con mayor satisfacción es ser impulsor de los grupos de apostolado como la Legión de María y la Sociedad Favorecedora al Culto a Nuestra Señora del Valle.

Como buen margariteño, este joven es fiel creyente de la Virgen del Valle y asevera que esta advocación mariana representa lo divino y lo pragmático.

Hernández asegura que la Virgen es la intercesora del hombre ante Dios. "Ella es la mediadora de nosotros con nuestro Señor. En ella se engloba todo".

Asimismo, destacó que el margariteño siente a la Patrona de los Pescadores como una madre y la admiración por ella supera las barreras religiosas, porque hasta los evangélicos en la región insular y el oriente del país la veneran.

Resaltó que es importante seguir trabajando para acercar a los jóvenes a la Iglesia Católica y alejarlos de los vicios. Aseveró que una de las tareas que más destaca del papa Francisco es el acercamiento con la juventud.

"La Iglesia al pueblo"

Doily Hernández, secretario ejecutivo de la parroquia San Francisco Javier, dijo ser fiel seguidor de la labor del papa Francisco, como también es creyente de San Juan Pablo II, pues han tenido una política de apertura de la Iglesia Católica a los pobres, necesitados y encarcelados. "La Iglesia debe ir a los pueblos. La Iglesia no se construye detrás de un escritorio. Todos los creyentes debemos tomar esta propuesta y empezar a hacer el cambio y el camino a la paz".

Comenta que viene de una familia que ha pasado por grandes retos, pero que el amor y la fe en Dios y la Virgen del Valle han hecho que se mantenga unida.

Es hijo de Aracely Marín y Franklin Hernández, pero da crédito al hombre que lo crió, Dámaso Carvajal. Es el cuarto de siete hermanos.