12 Abr, 2015 | ...Cosas inauditas han estado pasando en Margarita y en el resto del país". El tío Caballo Rojo apenas saluda y sigue desgranando su perorata. "Me contaba un paisano estudiado en eso de la historia, que los emperadores romanos, para distraer al pueblo de las arbitrariedades y atropellos de la tiranía, montaron un circo en un estadio que llamaban coliseo, un circo sangriento donde bestias mataban a los cristianos. A la gente le daban la comida que sobraba de los banquetes y aparentemente todo era placer y diversión. Me dijo el historiador que esa fue la causa del fin del imperio romano".

Refiere Caballo que algo parecido es lo que está pasando acá, con una enorme diferencia y es que no nos está dando la comida, que está cada día más escasa y cara. "Fíjese que mientras el Heredero ha tratado de mantener a todo el mundo pendiente con su peleíta mediática con el niche gringo (no me sorprendería que en Panamá anden de manitos agarradas), el pollo aparece a cuentagotas y bien carito, y la carne dicen que llegará, pero a un valor estratosférico. Acá en la Isla acabamos de pasar quizás la peor temporada de Semana Santa en lo que tiene que ver con el turismo porque la gente no pudo conseguir pasajes ni de ferris ni de aviones como en años anteriores".

Añade que resulta casi increíble que a la lista de productos desaparecidos se haya sumado la sal, en un estado rodeado de mar, donde hay dos grandes salinas abandonadas, la de Pampatar y la de Coche. "Pero, volviendo a la peleíta antes dicha, sobrino, me contaron que por las oficinas de la Gobernación llevaban las planillas para recoger las firmas y le decían a la gente que no era obligado rubricar, pero como dice el refrán, no los llamaban perro, pero les enseñaban el tramojo. Igual hicieron en las escuelas. Por cierto que hubo valientes que decidieron enfrentar las consecuencias y se negaron a firmar. Decían que si querían su firma, que resolvieran primero los problemas del soberano mencionados arriba".

Una última "perlita" según el tío es la recién inaugurada "trinchera" de Los Robles, que no resuelve el paso de peatones, confunde a los conductores y tiene un pavimento tan mal aplicado que en poco tiempo las trasmisiones de los carros pagarán las consecuencias. "Que siga el show".