31 Jul, 2014 | Ya varias veces en anteriores oportunidades hemos abordado este tema que tanto preocupa y afecta a la población y en el que tan poco éxito y aciertos ha mostrado el régimen en combatirlo con eficacia y resultados tangibles. Muy por el contrario, cada día se hace más notorio el fracaso en su obligación de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sus bienes y sobre todo sus vidas como cualquier gobierno serio y responsable lo haría.

En esta ocasión no nos ocuparemos de la inseguridad diaria y habitual –un niño que asesinan cuando la mamá lo manda a comprar pan, un viejito que acribillan a la salida del banco después de cobrar la mísera pensión, un motorizado que agreden para quitarle la moto y sacarle los repuestos–. No. Eso ha pasado a ser algo más que cotidiano y el régimen inepto no hace nada para evitarlo más allá de los 22 rimbombantes y fracasados planes de seguridad ciudadana incluyendo la última bufonada de los cuadrantes.

Estas líneas pretenden más bien reflejar situaciones terribles que muestran una sociedad de valores morales y ciudadanos en decadencia y que se multiplica viralmente por la complacencia, omisión o complicidad –da igual– de los cuerpos policiales y el perverso sistema de justicia imperante que alimenta la impunidad así como también al discurso violento del desgobierno.

La cosa ha llegado a niveles kafkianos y si no es porque lo vivimos a diario, sería casi imposible de creer. Veamos. Al cumplirse apenas seis meses del asesinato de Mónica Spear, en la misma autopista en un día asaltaron a 18 vehículos, si leyó bien, ¡18! Por otra parte ya son comunes los asaltos masivos en los vagones del Metro y hasta en centros comerciales a plena luz del día. Los "pranes" enseñoreados y protegidos. Asesinaron a dos personas en los quirófanos del Hospital Universitario e intentaron violar a una médico en el Hospital de Pariata, estado Vargas; en el Pérez Carreño asesinaron a una persona dentro de la emergencia. Un agente de inteligencia militar asesina a un funcionario del Cicpc por una fútil discusión de tránsito y, ¿saben qué?, el tipo esta libre. El que disparó y está indiciado –es agente de la DIM- de matar al tupamaro Juan Montoya el 12 de febrero, lo juzgan en libertad. En una fiesta en Catia asesinan a cuatro personas y hieren a más de 20 con fusiles de asalto AR-15 y en Fuerte Tiuna -sí, Fuerte Tiuna- se roban 30 pistolas del Ejército. Mientras Venezuela se desangra, los voceros del régimen mentiroso y felón pretenden engañar a los ciudadanos alegando que todo está bien y que los índices de criminalidad han bajado. ¡Qué descaro!

Margarita tampoco escapa al incremento de la inseguridad y las estadísticas -no las del gobierno, claro- así lo señalan. Ya es hora de apartar el populismo barato, las charreteras ineptas, los planes ineficientes y sobre todo terminar con el engaño sistemático a la población. Si no pueden, renuncien.