30 Abr, 2024 | Crecer en un hogar en donde la música siempre estuvo presente, teniendo como ejemplo a una madre dedicada a preparar las populares diversiones en festividades, las guarichas, a cantar tangos y boleros; llevar en su genética el don de lo que representa ese arte, fue lo que le dio impulso al músico y profesor, César Velásquez, de formar su propia agrupación en el año 1.967, la que llamarían “Los Anónimos de Margarita”.

César Velásquez cuenta que, su progenitora Petrica Velásquez, fue una excelente artista que lo orientó desde muy niño, despertando en él y en sus hermanos el amor y la pasión por la música.
Relata que, estando pequeño, inauguraron una escuela en El Espinal, donde vivió por muchos años, y lo escogieron a él para cantar; logrando con esa presentación que le otorgaran una beca para estudiar canto en la escuela de música de Porlamar.
Su hermano Briccio se entusiasmó a estudiar en la misma escuela, donde juntos se fueron formando para hacer música.
Tiempo más tarde, cuando alcanzaron la madurez necesaria, deciden formar un grupo junto a otros jóvenes de su generación, siendo Alí Velásquez el encargado de tocar el Güiro; Víctor Salazar con la Conga, Jesús Salazar como cantante, Briccio Velásquez en el Bajo, César Velásquez en el Acordeón y cantante; y como colaborador los acompañó en sus inicios el barquisimetano, Juan Daza, quien los apoyaba con el transporte y la logística.
El nombre de “Los Anónimos de Margarita” fue dado en una visita a la radio, cuando les preguntaron por el nombre de la agrupación y se quedaron pensando, mirándose uno a los otros; entonces por un instante tuvieron la idea de llamarse “Los Pepes” en honor a un Español que colaboró mucho con ellos; pero el técnico de sonido de la emisora, Marcelo Sánchez, sugirió el nombre “Los Anónimos” y el anexo de Margarita, fue de Pedrito Bellorín Caraballo, quien estudió con César Velásquez y una vez tocando en La Cruz del Porvenir en Antolín del Campo, Bellorín los presentó así “Los Anónimos de Margarita”.
El debut de la agrupación fue un 3 de mayo del año 1967 en la población de Los Bagres en el municipio Díaz, en un local; y luego se presentaron en La Guardia.
Desde sus comienzos la agrupación se caracterizó por tocar el 80% la música de los Máster de Maracaibo. Luego en los años 70 las baladas de Los Terrícolas, Los Nómadas y Fórmula V.
“Éramos los únicos que tocábamos esas baladas porque contábamos con todas las herramientas para tocarlas”, refirió Velásquez.
Poco a poco se fueron integrando músicos de reconocida trayectoria como el compositor Alquímedes Salazar, Pedro Silva, Luis Marval, y Beto Valderrama Patiño, quien se convirtió en el primer guitarrista de la agrupación.
En 57 años de carrera artística han alternado tarima con Los Melódicos, La Billo's Caracas Boys; Un, Dos, Tres y Fuera, Serenata Guayanesa, Los Máster y Los Terrícolas. Además, se han presentado numerosas veces en las festividades en El Valle, La Guardia, San Juan, Las Mercedes, y en la isla de Coche; sin dejar a un lado las participaciones en cada pueblo en Margarita, hoteles de la época, y toques fijos los fines de semana en la paradisiaca playa El Yaque.
La agrupación ha sido merecedora de altas condecoraciones como la Orden Capitán de Fragata Antonio Díaz, Orden Coronel José Celedonio Tubores, Orden Alejandra Hernández. Igualmente recibieron un reconocimiento y tributo en San Félix, donde aún es recordada su música.
El director y fundador de “Los Anónimos de Margarita”, César Velásquez, confiesa que la clave para mantenerse en el tiempo ha sido la disciplina. Incluso, resalta que a medida que ha pasado el tiempo sus hijos se han ido sumando a este hermoso proyecto.
Para Velásquez como fundador, el grupo tiene un significado muy especial, con el consiguió su esposa, su familia, amigos, y el mundo que representa al ser humano que es un todo.
En la actualidad “Los Anónimos de Margarita” sigue sonando y dejando huellas en los corazones de los neoespartanos y el público nacional, con cada canto, cada presentación a donde son invitados, gracias al talento de César Velásquez, organista; Briccio Velásquez, bajista; Julio César Velásquez, voz; César Antonio Velásquez, voz y saxofón; Pablo Velásquez, voz y trompeta; César Junior Velázquez, voz y percusión; Antonio Velásquez, timbal, batería y conga; Wilberto Cotúa, piano.
FOTO CORTESÍA