Porlamar
5 de mayo de 2024





EL TIEMPO EN MARGARITA 28°C






Desde este cuarto
Desde hace unos seis años, cada vez más recuerdo estas palabras de Fernando Vallejo, en "Los días azules", que acabo de terminar de releer: "El futuro todo está en el pasado, y la absoluta tristeza en la absoluta felicidad".
Dalal El Laden http://dalalelladen.blogspot.com / ladendalal@hotmail.com

23 Abr, 2024 | Para ti, mi Margarita, mi hijita

"Amo a esa tierra mía desventurada como es hoy porque allí nací, tuve ilusiones, luché con el sueño de transformar el mundo, amé y sufrí, y porque a una tierra nos une entrañablemente, no sólo sus felicidades y virtudes, sino y sobre todo, sus tristezas y precariedades. En mi país conocí a las personas que más me han amado y alentado, gente sensible, generosa, llena de talentos y posibilidades. A ellos les pertenezco en medio de esta tragedia que vivimos como lo más sagrado".

Ernesto Sabato, en "España en los diarios de mi vejez".

Pongo la tetera.

Desde mi mesa alcanzo a ver el mismo perro

corriendo en la montaña:

lo acaban de soltar.

Parece que volverá a llover,

amenaza mi silla

y me siento como si me acabaran de amarrar a ella.

Mi hijita de dos años dice

Sol, no hay...

Me enternece su casi llanto y que hable español.

He aprendido a sonreír en invierno;

a este asegurarme de que las tardes no pasan

a la vez de hacer lo que el tiempo permite.

El perro sigue sin parar;

la distancia no me deja asegurarlo,

pero quiero escribir que sonríe.

"No hay Sol, Dalal"...

se me aguan los ojos.

Tomaré té.

dom., 21 ene.

Margarita está tomando su siesta. Releo lo que acabo de escribir y lo publico en el blog y las redes sociales.

Volviendo al té, cada vez más me gusta acompañarlo con un poco de kaeek. Después de hacer mjaddara, mi hijita me pidió regresar al cuarto, donde tenemos una pequeña cocina de juguete: ama recrear lo que hago, mucho más desde que empezó a participar en las preparaciones.

Releo mis últimas notas y repito cómo pasé tanto tiempo sin escribir. Recibo las palabras de mi querido profesor Efrén -siempre generoso, leyendo a sus alumnos-, alentándome a seguir escribiendo; le agradezco de corazón, ya que realmente las necesito.

mar., 23 ene.

Disfrutamos diciembre. Margarita y yo fuimos mucho al parque acostumbrado, que en esas fechas abrieron desde las cinco de la tarde. Con sus infinitas luces, caras alegres y canciones el frío no importó mucho.

jue., 18 abr.

Margarita y yo acabamos de regresar a la casa; en el parque tuvimos estos diálogos:

-Las hormigas se están peleando.

-No, las hormigas no se pelean.

-¡Ali y Basma sí se pelean!

Ali y Basma son mis sobrinitos, hijos de mi hermano.

Tengo mucho que aprender sobre ellas; leo en la Red:

"Las hormigas son capaces de levantar aproximadamente 50 veces su propio peso. Esto es el equivalente a que una persona por ejemplo de 70 kg de peso pudiese levantar 3500 kg de peso".

"Estos insectos emplean tácticas de guerra parecidas a las de los humanos. Incluso secuestran a las crías de sus rivales y tienen esclavos.

Es famoso el estudio que realizó el investigador y aventurero Mark Moffett, quien publicó sus conclusiones en un artículo en Scientific American, titulado Las batallas entre hormigas se asemejan a la guerra humana (...)

Entre los motivos por los cuáles las hormigas van a la guerra hay razones económicas, pero no solo para conseguir más comida, sino también más territorio, así como mano de obra, pues hay especies que secuestran a otras y las emplean como esclavas, apunta Mark Moffett. El acceso a los recursos es fuente de conflicto, como en el caso de los seres humanos.

Incluso las hormigas utilizan armas biológicas. Las hay que penetran en las líneas enemigas, donde sueltan unas señales químicas que desconciertan a sus rivales y aprovechan la confusión para llevarse sus huevos hasta su hormiguero, donde las hormigas que nazcan tendrán una vida como esclavas, detalla Moffett en su estudio".

-¿Qué estarán diciendo los pajaritos?

-¡Estoy feliz!

Lo escribo para jamás olvidarlo. Es tan grande este amor.

vie., 19 abr.

Desde hace unos seis años, cada vez más recuerdo estas palabras de Fernando Vallejo, en "Los días azules", que acabo de terminar de releer: "El futuro todo está en el pasado, y la absoluta tristeza en la absoluta felicidad".

Ahora, mientras mi hijita toma su siesta, releía "El desbarrancadero"; hice una pausa para anotar esto y repensar en el tiempo que no he escrito y cada "por qué no" me lleva a responder que mucho quisiera sólo transcribir: hay autores que nos son tan cercanos que pareciera que hablaran por nosotros, y es cuando no me importa dejar la página en blanco y vuelvo a sus libros y mucho me doy cuenta de que transcribo lo transcrito: reconozco que esto me place tanto como escribir.

Releo esto en "El desbarrancadero" y me pregunto si lo he publicado en Correctora De Estilo Isla de Margarita; en lo que recuerdo creo que en breve lo dejaré allí:

"-¡Se los dije, se los dije! -les decía yo triunfante, atropellando el idioma (no es 'los' sino 'lo' porque lo que dije es singular así se lo haya dicho a muchos y Colombia país de gramáticos)".

Se despertó mi hijita. Espero continuar más tarde.




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