El poeta Manuel Rufino Araguallán Marcano y su esposa. / Foto: CORTESÍA

18 Abr, 2024 | Manuel Rufino Araguallán Marcano es un poeta nacido en Los Arroyos, estado Sucre. Conocí su pluma a través de las redes, compartiendo con poetas decimistas de la talla de María Rosa Martínez Trujillo, Luis Antonio Rodríguez (El Pintor Maravilloso), Johan Sánchez (El Turpial Tacarigüero), Freddys José Marcano González (El Poeta de Guayacán), Pedro Marín Bello (El Cachaplas), Evaristo Marcano, Osvel Silva Rivas y otros tantos.

Estos juglares suelen reunirse en las publicaciones virtuales de El Pintor Maravilloso para responder con sus estrofas —haciendo uso del pie forzado— los planteamientos del maestro Luis Antonio Rodríguez. El lugar de encuentro suele variar, pero lo importante es que en esas tertulias se puede apreciar la versatilidad de cada bardo en lo referente al uso de la décima espinela.

Araguallán es licenciado en Educación Integral, especialista en Derechos Humanos, egresado de la Universidad Nacional Abierta (UNA), Venezuela. Cultiva la poesía desde hace años, inspirado por las obras de Mario Benedetti, Violeta Parra, Pablo Coelho, José Ramón Villarroel (El Huracán del Caribe), Jesús Ávila (El guanaguanare), José Joaquín Franco (Cheguaco) y Carlos Cedeño Gil. De este último poeta —quien fuera mi padre—, fue amigo y colega docente en el Iutirla.

“Digo yooo…” es su firma característica al final de sus composiciones, una frase que —gracias a su calidad humana y excelente versación— se ha ganado un merecido espacio entre los colegas. Hoy por hoy, Manuel hace vida en Chile junto a su amada esposa Ana Victoria Ríos, sus hijos y nietos.

En estos últimos meses, Araguallán ha venido desarrollando una poética con temáticas variadas orientadas hacia el costumbrismo, el existencialismo y la filosofía. Los versos que el poeta ha facilitado para compartirles hoy forman parte de la que será su ópera prima lírica «Decimando lo vivido».

Aquí les dejo sus poemas, no sin antes desearle, desde este rincón transeúnte, el mayor de sus éxitos en el lanzamiento de su primer libro.

***

"El reloj de mi conciencia"

I

El reloj de mi conciencia
me hace ser más comedido,
más atento, precavido,
me hace ver la diferencia.
Es dueño de mi paciencia,
de mi conducta, mi actuar,
de cómo debo efectuar
cada movimiento exacto,
rectificando en el acto
si necesito enmendar.

II

El reloj de mi conciencia
permite que me asesore,
que me calme, no me azore,
no caer en la imprudencia.
Que atesore la decencia
como elemento constante
que me permita al instante
reconducir el camino
afianzando mi destino,
que es el fin preponderante.

III

El reloj de mi conciencia
siempre lleva rumbo fijo,
va centrado, va prolijo:
cargado de tolerancia.
Cobijado en la fragancia
del querer, del aprender,
con el ser, con el hacer
como método eficaz,
que me haga sentir la paz
hasta el día de perecer

Chile, 08/04/2024.

***

"Cuando expresamos en verso"

I

Cuando expresamos en verso
una idea, una intención,
lo hacemos con la visión
de que todo sea terso.
Y que el lector quede inmerso
en un mundo transparente
donde el brillo de la mente
reluzca, cual joya fina,
y no sea luz mortecina
de tropiezo intransigente.

II

Cuando expresamos en verso
algún profundo sentir,
se conmueve hasta crujir
el mundo, queda disperso.
No se espera un trato adverso
en ninguna circunstancia;
se mantiene la prestancia
del poeta, el escritor,
aunque exista el detractor
amigo de la ignorancia.

III

Cuando expresamos en verso
una nota, algún mensaje,
no se requiere arbitraje,
ningún movimiento inverso.
Nada daña el universo
del saber y la sapiencia,
la más valiosa querencia
de la que puedo ser dueño
en este confuso sueño
que nos ronda: la existencia.

Chile, 07/04/2024.
Con colaboración del Poeta Juan Ortiz.

***

“Voy dejando en el camino”

I
Voy dejando en el camino
recuerdos de mi existir,
sin olvidar ni omitir
la caída, el desatino.
Forman parte del destino:
la fortuna, la bonanza,
la ilusión y la confianza
como frutos de la vida
que muestran, bien definida,
la huella de la esperanza.

II

Voy dejando en el camino
blandas huellas invaluables,
recordadas y deseables,
cual manantial cristalino.
Allí, risueño me inclino
como el más simple mortal
que en el espacio vital
es una brizna en el viento
que nunca pierde el aliento,
vital don fundamental.

III

Voy dejando en el camino
alegrías y tristezas,
vaguedades y certezas,
mil proyectos, no un destino.
Siempre puro, con gran tino,
traspasando las fronteras,
enarbolando banderas
de paz y de libertad,
desechando la maldad,
con actitudes certeras.

Chile, 09/04/2024.

***

“El conocimiento humano”

I

El conocimiento humano
representa en todo ser
la gran fuerza del saber
con un sentimiento sano.
Es símbolo soberano
de la propia inteligencia,
con tolerancia, paciencia,
cariño, amor y afecto
es el estado perfecto
del hombre con su sapiencia.

II

El conocimiento humano
es motor del universo,
mueve al sentimiento terso
del amigo, del hermano.
Vuela en el espacio ufano
sobre el mar de la esperanza,
sosteniendo la balanza
de la paz y la justicia,
mientras la brisa acaricia
el rictus de su semblanza.

III

El conocimiento humano
le da sentido a la vida,
tiene punto de partida
mira cerca lo lejano.
La ley sostiene en su mano
como método eficaz,
avizorando la paz
en este mundo que encierra
una convulsión de guerra
con exterminio voraz.

IV

El conocimiento humano
da sentido a mi existencia,
fortalece mi conciencia,
me mantiene en este plano.
Caminando de la mano
con la virtud del saber,
de enseñar y de aprender,
de vivir con plenitud
manteniendo la actitud
de aprecio por el crecer

Chile, 15/04/2024.

¡Digo yooo…!