13 Abr, 2024 | La fragilidad de la democracia reinstaurada iba a sufrir sus más fuertes embates durante ese gobierno y tuvo que absorber todos los golpes. Recordemos que en el año 1960 enfrentó un intento de derrocamiento de carácter militarista, encabezado por el General Castro León, quien penetro al país por el Edo. Táchira con la expectativa de levantar diversas guarniciones y poner en pie, un movimiento militar que diera al traste con el gobierno de Betancourt, sin embargo esa rebelión fue dominada en poco tiempo. Betancourt, además de enfrentar ese intento de derrocamiento, lo intentaron matar con un atentando perpetuado el 24 de junio del mismo año 1960, al terminar el desfile militar realizado ese día. Ese atentado fue planificado y orquestado por el Dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, enemigo acérrimo de Betancourt. Muy poco falto para que el Presidente venezolano perdiera la vida, pero indudablemente en cierta forma afecto sus facultades y su salud, ya que la carga de dinamita hizo trisas el automóvil en el cual se desplazaba.
Sumado a todo lo narrado el Presidente Betancourt tuvo que lidiar con el movimiento subversivo que pusieron en marcha los partidos el PCV y el MIR siendo este último, producto de la primera división de las tres que tuvo su partido Acción Democrática en el curso de los años sesenta, división ésta protagonizada por los sectores más izquierdistas del partido, en virtud de la influencia que tuvo el partido comunista sobre varios dirigentes, en el curso de la lucha clandestina contra la dictadura de Pérez Jiménez y por el ejemplo de la revolución cubana de especial impacto en el mundo estudiantil. El MIR se llevo prácticamente toda la fuerza estudiantil de AD y varios cuadros de valía y experiencia, como Domingo Alberto Rangel, Simón Sáez Mérida, Moisés Moleiro y Celso Fortoul Padrón quien se convirtió en el Ingeniero de los Barrios, llegando luego a ser el que dirigió El Plan de Obras Extraordinarias para subsanar la precaria situación dejada por la Dictadura Perejimenista, excelente profesional de la Ingeniería, gran profesor universitario y por supuesto buen dirigente político con quien mantuve una gran amistad, ya que fue mi cuñado. También cabe mencionar aquí a otro dirigente universitario que todos los que estuvimos cercano a él lo recordaremos siempre por su capacidad e inteligencia como lo fue Américo Martín quien lamentablemente murió el año pasado y junto con él recordamos al Macho Pérez Marcano que aun vive, dirigentes todos con quienes trabaje en mi juventud y recuerdo siempre,
Después de sucedido el 23 de Enero de 1958 inspirados por el éxito de la Revolución Cubana y el ejemplo del desafío anti-estadounidense, esos dos partidos se lanzaron con apoyo cubano, a la aventura de una lucha armada tanto a través de la guerrilla rural como a través de comandos urbanos. Esta lucha armada comenzó hacia finales de 1960 y ya para 1964 se podía considerar militarmente derrotada, aunque la dirigencia de izquierda tardo un tiempo en aceptar ese hecho e incluso después de ello, todavía se mantuvo algo mas la actividad guerrillera, hasta el momento en que el primer gobierno de Rafael Caldera, le dio una solución política a la situación creada por la derrota de este significativo intento subversivo.
Es bueno recordar que este movimiento subversivo adquirió su máxima intensidad los años de 1961 y 1962, lo cual se expreso en dos levantamientos militares, donde concurrirían elementos civiles de extrema izquierda y oficiales comprometidos con la subversión. Tales movimientos tuvieron lugar el 4 de mayo de 1961 y el 2 de junio de 1962 en las importantes bases navales de Carúpano y Puerto Cabello respectivamente y pasaron a la historia como el “CARUPANAZO” y el “PORTEÑAZO”. La rendición del último fue realmente dramática, fue una operación de gran envergadura en la que hubo un centenar de muertos y heridos.
Recuerdo que antes de pasar todo lo aquí narrado, perteneciendo yo a la Juventud de AD y viviendo todo este proceso, estando reunidos en el Teatro Boyacá, llego Rómulo Betancourt y nos hablo claramente y al finalizar, concluyó diciéndonos estas célebres palabras que quedaron grabadas en mi mente toda la vida.
“LA LUCHA ES DE MASA Y NO ARMADA “
Pero no lo escuchamos y pasó lo que tenía que pasar.
En la historia conseguimos muchas respuestas a nuestras preguntas. Hay que tenerlas siempre presentes.