9 Dic, 2021 |Los resultados de las megaelecciones del pasado 21 de Noviembre, sentenciaron con absoluta contundencia lo que se venía escuchando en todos los rincones de la geografía insular, el de Alfredo Díaz es el peor gobierno que hemos conocido, en este caso padecido, los habitantes de Nueva Esparta.

Tan sólo el candidato a la reelección no se percató del tamaño del rechazo que su gestión y su candidatura recibían entre los habitantes de los pueblos de Margarita, Coche y Cubagua.

Las encuestas desde principios de año eran claras, el personaje no tenía ningún chance de recuperar el tiempo perdido, el pueblo neoespartano había tomado la decisión de pasarle factura por su mal gobierno. Esa fue desde el principio de este año una “tendencia irreversible”. Desde ese entonces, Alfredo Díaz estaba condenado a llegar de tercero en las elecciones regionales y así sucedió.

Pero su derrota no fue solo suya. Se “llevó en los cachos”, a la MUD, con manito y todo; que reunió en su seno a los partidarios de Ramos Allup, del Primero Justicia que regionalmente “partió velas” en respaldo a su candidatura, hasta al ex diputado Jony Rahal, se trajo de Perú para reforzar su campaña; a Voluntad Popular y unos cuantos micro partidos que forman parte de que todavía se conoce como el G4 Plus.

Acabó con Un Nuevo Tiempo, el partido del gobernador electo del estado Zulia, Manuel Rosales, que apenas obtuvo 762 votos regionales (0.39%).

La votación obtenida no alcanzó ni siquiera para que el ex legislador regional, Francisco “Chivo” Narváez, fuera electo al Consejo Legislativo.

Peor aún, entre sus candidatos alcaldes perdieron tres ex burgomaestres. Manuel Antonio “Toñito” Narváez, en Arismendi y Orlando “Nano” Ávila, en Maneiro, quienes llegaron en un lejano tercer lugar. Además de José Ramón Díaz, en Marcano, a quien derrotó un candidato que ni siquiera era de su municipio.

Muchos dicen que por sus indefiniciones, por la “negociadera” de su candidatura a la reelección y sus “tira y encoje”, sacrificó también a su esposa, Leynys Malavé, quien finalmente fue candidata y perdió en el municipio Mariño, alcanzando el tercer lugar.

Una derrota en toda la extensión de la palabra, la que se llevó el gobernador saliente Alfredo Díaz, en esta oportunidad. A quienes venimos siguiendo y escribiendo sobre su trayectoria, no nos extrañó el resultado.

En definitiva confirmó lo que siempre se dijo, no solo fue un mal gobernador sino un pésimo dirigente político.

Desde que ganó la gobernación en el 2017 por circunstancias que no corresponde analizar en este momento, Alfredo Díaz, nunca ha ganado una elección.

En las de alcaldes de ese mismo año (2017), ninguno de sus candidatos obtuvo la victoria. En esa oportunidad llegó tarde y se “coleó" en la fiesta por la primera elección del alcalde del municipio Maneiro.

Luego, ninguno de sus candidatos logró ser elegido al Consejo Legislativo y sólo un par de concejales obtuvo en los procesos del 2018.

Se cuadró con Juan Guaidó y hasta lo trajo para Margarita en el 2019. Oportunidad en la que invitó a los efectivos de la FANB destacados en Nueva Esparta, a desconocer el gobierno del presidente constitucional Nicolás Maduro.

Más tarde, en las elecciones a la Asamblea Nacional del 6 de diciembre del 2020, sólo obtuvo un diputado de los seis en disputa por Nueva Esparta en esa oportunidad.

No puedo dejar pasar que luego de conocidos los resultados de las elecciones del pasado 21 de noviembre, “se lo tragó la tierra” y reapareció por las redes sociales 13 días después, para reconocer el triunfo de Morel Rodríguez Ávila, con un mezquino mensaje: “Quiero expresar mi satisfacción y deseo de éxito al gobernador Morel Rodríguez en su gestión. Además recordar que desde el 2013 al 2021 logramos construir una fuerte oposición democrática contra el régimen de Maduro. El 21 de noviembre la misma oposición escogió entre uno que gobernó en democracia y con bonanza y otro que gobernó acechado por un régimen generador de la crisis política, económica y social que vivimos. No perdamos esta mayoría. Nueva Esparta va de frente”.

Mensaje adornado con una foto donde aparece con la cinta de gobernador, como si no hubiera pasado nada.

Por cierto hasta ahora al 14% que lo respaldó el pasado 21 de noviembre, todavía no le ha hablado. Este comportamiento evidencia sin duda alguna, que no ha asimilado la derrota.

Definitivamente, Alfredo Díaz, además de pésimo gobernador y errático dirigente político, es un mal perdedor.