Vecinos dicen que el deterioro de la calle principal ilustra la negligencia de las autoridades. / Foto: OLYANA MARCANO-@olymarcano

26 Nov, 2019 | Pobladores de la calle principal de Atamo Sur denuncian el insuficiente suministro de agua por las averías en la tubería a lo largo de la calle, lo que ha ocasionado además considerables e inmensos huecos, situación a la que no han prestado atención las autoridades.

Por si fuera poco, se suma el deficiente alumbrado, la mala distribución de los CLAP y de las bombonas de gas, que no funcionan en ese sector del municipio Arismendi.

Carmen Rodríguez, residente, mencionó que uno de los problemas más graves es el agua, que llega una vez al mes, por solo 24 horas y con poca fuerza. Según ella, esto quizá se deba a que el “llavero” no abre bien la llave o por las continuas averías que hay en varios puntos de la calle principal, por donde el agua se pierde.

Debido a eso, muchos deben usar bombas para lograr que el vital líquido llegue a sus casas, “pero aun así es muy poca, porque no tiene fuerza”. Señaló que en ocasiones hay familias que se han visto obligadas a pedir un balde de agua a otros vecinos, ante alguna emergencia.

Por otra parte, la carretera es otro problema que puede empeorar, porque está deteriorada a causa de las innumerables fugas de agua. Es lo primero que se inunda cuando llega el líquido.

“Más es el agua que se desperdicia que la que llega a los hogares, porque desde la entrada, antes de llegar a la escuela y frente a la institución educativa hay grandes huecos debido a las fugas de las tuberías deterioradas por los años y por falta de mantenimiento, con eso tenemos varios años de quejas y no reparan ni mantienen, por eso es que llega poca agua a las casas. Solicitamos a Hidrocaribe y autoridades reparar las averías”, acotó la afectada.

Sector Atamo Sur solicita atención / Foto: OLYANA MARCANO-@olymarcano

Además, “hay áreas en la calle que no tienen alumbrado y aunque es una zona tranquila de vez en cuanto se requiere del patrullaje por la localidad, para evitar los hurtos o robos por personas que vienen de otros lugares”, dijo. Las luminarias también requieren atención, porque menos de la mitad de la localidad está alumbrada y el resto parece una boca de lobo.

Cuando ocurren algunos hechos irregulares por el lugar y llaman a la policía les responden “que no hay patrulla” y cuando llegan ya es demasiado tarde.

Asimismo, el vecino Agustín Malaver recalcó que la población se ve muy afectada por la falta de transporte público y para ir a Porlamar o La Asunción se van caminando o pidiendo “cola” por la vía de Los Robles.

Comentó que los únicos que llegan cerca del sector son los transportes de la línea de Pampatar, pero no son constantes y su recorrido a veces es cada una o dos horas, lo que dificulta salir del pueblo.

“En muchas oportunidades las personas deben pedir colas, porque con lo que ganan no alcanza para pagar el pasaje”, lamentó.

Según el vecino, otro inconveniente es la mala distribución de las bolsas Clap o cajas de alimentación porque tardan mucho en llegar, pueden ser tres o cuatro meses, cuando el consejo comunal afirma que es cada 15 o 30 días.

En cuanto al servicio del gas, se han visto obligados a cocinar con leña porque la distribución no funciona por el sector o tienen que madrugar e ir -siempre en cola- de madrugada hasta la planta de suministro en la avenida Juan Bautista Arismendi a comprar una bombona después de pasar varias horas en una cola.