Actitud ante la vida y el amor por la labor aprendida por dos generaciones motivan la vida de la artesana. / Foto: OLYANA MARCANO @olymarcano

17 Jun, 2018 | En el sector Los Pinos de El Espinal, municipio Díaz, encontramos a Crisbel Marín, una margariteña de la localidad, quien dice haber encontrado en el arte del cogollo su distracción para mantener a su familia y obviar una enfermedad.

Marín expresó que el cogollo es la materia prima que se saca de la palma de la mata de dátil, la cual procesan para luego pasar a elaborar la crineja. De allí elabora piezas como tapetes para la cocina, licuadora, portalaptop, morrales, monederos, cintillos y vestidos de carnaval.

Esas creaciones las mantiene al natural o las decora de acuerdo a la solicitud del cliente.

Comentó que el amor por este arte empezó desde hace 12 años. Esa es la herencia de su abuela, y además es el medio que le ayuda a desestresarse y olvidarse del cáncer que padece, pues se distrae y le proporciona una buena actitud ante la vida.

La artesana puntualizó que entre las creaciones que más le piden sus clientelas están los morrales, bandoleros, sobres, monederos, portacelulares, sombreros y así también la pava de vuelo, que es el sombrero de ala ancha.

Indicó que el proceso comienza con la selección de la palma de la mata de dátil, las más apropiadas son las del medio, esas ramas cerradas se abren en un proceso que se llama gajo, que se seca dos o tres días a pleno sol. Luego se separan en tiras para empezar a tejer las crinejas, que son utilizadas en la elaboración de las piezas de cogollo.

Tradición

Esa labor artesanal de gran trayectoria pone en alto las tradiciones del pueblo margariteño, un arte que hoy significa el sustento de familias y herencia de un legado artístico que pasa de generación a generación. Si deseas contactar a Crisbel Marín para encargos, puedes hacerlo por el Instagram @inv.gpd o el celular 0426-127.3753.