Vettel celebra la segunda victoria. / Foto: CORTESÍA @F1

8 Abr, 2018 | Barcelona. Lo volvió a hacer Sebastian Vettel para darle una alegría a Ferrari que sufrió el accidente de un mecánico y el abandono de Raikkonen a consecuencia de esa acción. Cuarta victoria en Bahréin para el alemán.

Impresionante primera vuelta la que se vió en Sakhir. Echaban chispas los monoplazas y un agresivo Verstappen se las tenía con Hamilton. Poco después aparecía en pista el Virtual Safety Car por el abandono de Ricciardo. Mal día para los Red Bull que se quedaban fuera de carrera, ya que Verstappen había dañado también su coche en esa primera batalla, publicó sport.es.

Alonso se colocaba octavo tras la lucha con Hamilton por la posición. Por delante se ponía ya Vettel que no quería sorpresas. Le seguía de lejos Bottas que sentía el aliento de Raikkonen en la nuca. El asturiano perdía ritmo y decidió entrar pronto a boxes y cambiar a neumáticos medios. Era el momento de trabajar y remontar posiciones. Le daban buen rendimiento las gomas medias al de McLaren. Mientras, se hundía Sainz que rodaba decimotercero.

Por delante seguía la lucha. Vettel mandaba con la estrategia a dos paradas mientras que los Mercedes parecían optar por entrar una sola vez. A 37 vueltas para el final llegaba uno de los momentos clave de la carrera. Kimi entraba en boxes y en la salida se llevaba por delante a uno de sus mecánicos. Se bajaba el finlandés de su monoplaza para interesarse por su compañero. Se acababa para él la carrera. Esto cambiaba la estrategia del equipo y de paso la de Mercedes que esperaba las dos paradas del alemán. Vettel se quedaba sólo perseguido por los monoplazas de Bottas y Hamilton.

La segunda parte de la carrera fue una lucha constante. Alonso se deshacía de Vandoorne y se lanzaba a por Hulkenberg. Algo más atrás Sainz se metía en los puntos y ponía su objetivo en Vandoorne, que era noveno. Por delante, Vettel ralentizaba sus tiempos mientras los Mercedes esperaban el momento en que empezaran a fallar las gomas al de Ferrari. No las tenía todas Hamilton que preguntaba constantemente su ritmo por radio. Un sorprendente Hasly metía su Toro Rosso en cuarta posición. Fue sin duda uno de los más felices de la noche.