16 Mar, 2018 | Si bien cuando el Comandante Hugo Chávez se juramentó por primera vez como Presidente, no era socialista; en ese acto mostró su intención de transformar el país a fin de beneficiar a la gran mayoría, a los más pobres, a los seres invisibles.

Desde su llamado a un referéndum para que el pueblo decidiese si se iba o no a una Asamblea Nacional Constituyente puso en manos de las ciudadanas y ciudadanos la toma de decisiones. Nada de vericuetos jurídicos, nada de una maquinaria electoral para controlar cada voto, nada de inhabilitar al resto de los dirigentes, así fueses de oposición y se mereciesen tal decisión. Era devolverle al pueblo el poder. Chávez mostró una inmensa capacidad para generar cambios con el acompañamiento del soberano.

En ese afán por transformar para avanzar, de ir quitando obstáculos, de derrotar desde adentro las anquilosadas estructuras del Estado, Chávez un buen día nos anunció su intención de acabar con la Guardia Nacional. Hizo referencia a este componente militar como podrido y corrupto. Al Comandante en Jefe no se le ocurrió tapar la podredumbre a lo interno de esa institución. Pero es democracia no se gobierna soplo. Hay acuerdo, se respeta a los aliados, se procura ser lo más plural y amplio posible.

Es de suponer que dentro de los otros componentes militares hubo gente que le mostro a Chávez su desacuerdo. El Comandante, a la final, dejó viva esta purulenta llaga de corrupción y sólo le cambió el nombre. Quizás se planteó que a partir de allí se podría dar una depuración.

El ilustre venezolano Isaías Rodríguez, ex vicepresidente de la República, ex vicepresidente de la Asamblea Nacional Constituyente, ex fiscal general de la República y actual embajador de Venezuela en Italia, muy cercano al Presidente Chávez, el hombre que alertó al mundo en abril del 2012 al denunciar que en Venezuela se había dado un Golpe de Estado contra Hugo Chávez, dijo en una entrevista “Chávez me dijo que le preparara un proyecto de reforma del artículo de la Constitución para eliminar la Guardia Nacional.Yo se lo preparé y se lo entregué. Me dijo que le iba a dar unos retoques, y a los cuatro días me lo hizo llegar. Era la misma idea, con mucho más sentido político de las cosas. A los dos días de haberme enviado esa versión, me llamó y me dijo: ‘No, Isaías, no puedo tomar esa decisión porque me tumban’”.

Asume esta importante figura del bolivianismo decente que Chávez “consideró seriamente eliminar la Guardia Nacional, pero no lo hizo por temor a ser derrocado”. La Guardia Nacional es responsable del cuido de las cárceles, donde ingresan con facilidad armas de todo calibre, droga, alcohol y damas acompañantes. También cuida las fronteras, por donde desangran al país sacando comida, gasolina, dinero en efectivo de manera ilegal. Son los responsables de las alcabalas y contribuyen al encarecimiento de los productos, pues bajan de la mula a los distribuidores de alimentos y éstos le cobran las pérdidas al consumidor.

En los aeropuertos se destacan ahora, en especial en el internacional, desvalijando a los pasajeros que llegan con medicinas, productos de higiene personal y comida de otros países. También son los que protegen a los bachaqueros, se llevan productos regulados y últimamente se roban las cajas Clap. Son la joyita de este proceso. Eso dice Diosdado, quien los defiende.