15 Dic, 2017 | Después del 10-D, lo que resta es animarse a pesar del pesado fardo de la derrota. Disponerse a dejar de lado la tristeza y, de frente, caminar derecho hacia el mismo objetivo, la liberación de Venezuela. Pero, con una MUD, de verdad nueva en todo, en integrantes y propósitos, dirigiendo los pasos de millones hacia la concreción de sus ideales. Representantes de los distintos sectores de la sociedad civil animando, proponiendo, discutiendo, analizando, ayudando a los políticos a reemprender la gigantesca tarea de conducir al pueblo, enfrentar la adversidad, empinarse por sobre las dificultades y señalarle al gobierno cada una de sus fallas, inmensas, perjudiciales, peligrosas. Con una visión más clara, determinante y decisiva de lo que debe hacerse y cómo hacerlo. Sin tanto titubeo, despejando a lo interno cualquier duda, debilidad, miedo o compromiso. Más en la calle que en el cenáculo partidista. Mayor entrega comprobada y un mensaje esperanzador, claro, firme.

Presencia en los medios de quienes sí saben decir lo que deba decirse para evitar confusiones, medias tintas, errores. No dejarle pasar al gobierno ni a su partido una sola falta de respeto. Estar encima de los organismos para que rindan cuentas, los servicios públicos funcionen, pidiendo investigar hasta el hueso lo que se denuncie. El pueblo quiere que el liderazgo opositor, unido, se fortalezca y vaya bien armado de razones a la batalla. Que no le madruguen, que a los mazazos se responda con verdades, que a la falsedad de los acusadores se les enfrente ley en mano. En fin, una manera nueva de hacer política.

Ya está bueno de tanta debilidad, desorganización, enredo, desánimo, llamados que obstaculizan, posiciones que entorpecen, actitudes que ahuyentan, que no acercan. Que la Torre de Babel desaparezca y sea uno solo el lenguaje, siempre positivo, aleccionador, combativo. Es la hora del entendimiento entre pares, priorizando lo positivo. El liderazgo se gana entendiendo, aceptando, dirigiendo, no por la vía de la zancadilla. El país le reclama a su dirigencia mayor sindéresis.