28 May, 2017 | Antes para mi estar despierto, era no dormir, o no desmayarme, entonces me refería a un estado neurológico de alerta, provenía de la mente, del pensamiento

Ahora para mi estar despierto, es estar en el presente, es reconocer que lo que soy, no es un pensamiento, una persona. La personalidad, el carácter, la forma, es el uniforme necesario para entrar a esta tercera dimensión, pero más nada, soy algo infinitamente diferente, soy una energía eterna.

Es decir existen dos estados de despertar, el neurológico y el espiritual o consciencia universal.

En mi caso no creo o no me recuerdo haber hecho algo para despertar a la consciencia, algunos dicen que es un estado de gracia que se te manifiesta y ya, o que quizás sea un acumulo de consciencia de muchas vidas.

Pues bien estando ya en la Isla de La Luz, proveniente de mi natal Caracas, ya con maestría en Pediatría, de haberme psicoanalizado por más de 5 años, con algunos trabajos publicados, con experiencia docente por dos años en la cátedra de pediatría de la UCV que en cierta forma llenaban lo académico, con un hijo producto de mi primer matrimonio y mi primer divorcio, que me daban la responsabilidad de ser padre, entonces comencé a sentir un vacío en el centro del pecho, lo cual iba acompañado de inquietud y desilusión por lo alcanzado hasta ahora.

Exactamente ese vacío fue la alarma, el mensaje, de que tenía que existir algo más que yo no conocía, fueron momentos muy difíciles, mi religión no daba respuesta a muchas preguntas, frecuentemente al salir de la consulta me iba a las playas, algunas veces lloraba sin causa aparente, me sentía bien emocionalmente pero con muchas interrogantes.

Allí se inició mi proceso de despertar a la consciencia

En esa época comencé a interesarme por los libros de autoayuda, por lo esotérico, y recuerdo que desde mi infancia siempre preguntaba para qué suceden las cosas? , mis compañeros de clase me decían que yo era muy fastidioso.

Continuará... Primer salto evolutivo.