Las especies que tengan contacto con el petróleo no estarían aptas para el consumo humano. / Foto: CHRISTOPHERTH NARVÁEZ

16 May, 2017 | Un total de 61 organizaciones no gubernamentales (ONG) suscribieron un pronunciamiento dirigido al Gobierno nacional y a la opinión pública, expresando su preocupación por la gravísima situación que afecta las costas de los estados Nueva Esparta y Sucre, debido al derrame de petróleo que llega hasta ahora a siete playas margariteñas.

Reina Díaz, presidenta de la Fundación Venezolana de Ingeniería Ecológica y vocera de los ecologistas y ambientalistas que rubrican el documento, expresó que es inadmisible que esto ocurra en un país petrolero, como consecuencia de un desastre que se registró el 23 de abril pasado en Trinidad y Tobago.

“Somos dolientes sin intereses políticos, de la armoniosa relación de los seres humanos y el resto de la biodiversidad, además de dejar por sentada nuestra condena y alarma ante la gravedad del daño ambiental generado”, apuntó.

Exigieron responsabilidades e indemnización por parte del gobierno de Trinidad y Tobago, así como de la empresa Petrotrin,frente a cualquier afectación, por lo que demandaron una pronta y efectiva respuesta.

Díaz detalló que las playas La Caracola, Valdés, El Ángel, Punta Ballena, Las Marites, El Agua, Parguito y Guacuco, además de otros balnearios en las islas de Coche y Cubagua, se encuentran afectados por los parches de crudo, al igual Güiria, Paria, Isla de Patos, Bahía del Morro de Puerto Santo y playa Cipara en Sucre.

El desastre también afecta los archipiélagos Los Frailes y Los Roques, por lo que instaron al Gobierno nacional, Ministerio de Ecosocialismo y Aguas, Instituto Nacional de Espacios Acuáticos, Petróleos de Venezuela, Fuerza Armada Nacional Bolivariana, Defensoría del Pueblo y a todos los organismos competentes a que garanticen la vida de la flora y la fauna de las costas insulares.

Emplazaron a los entes del Comité de Zona Costera de Nueva Esparta a que investiguen a profundidad la procedencia de sustancias viscosas y del petróleo que llegó a las costas neoespartanas y sucrenses.

Exigencias

Los ecologistas coinciden en que el Gobierno nacional debe exigir la cooperación al gobierno de Trinidad y Tobago y apegarse a los convenios internacionales para que envíen equipos con el fin de recoger el petróleo tanto en costas como en aguas profundas, a lo largo de la plataforma continental aguas abajo en el mar Caribe.

Igualmente reclaman que se mantenga informada a las comunidades para que no utilicen las playas afectadas y alertar sobre el consumo de frutos del mar en el marco de esta contingencia, ya que podrían traer efectos letales.

Insisten en que el Estado venezolano tiene la obligación de elevar queja ante la Cancillería de Trinidad y Tobago, solicitando que ejerza una mayor vigilancia y se establezcan las responsabilidades, indemnizaciones y los correctivos de inmediato en caso de derrames.

Del lado venezolano plantearon efectuar un monitoreo permanente y aplicar los planes de contingencia inmediatamente.

Alerta

Los ecologistas advierten que con el petróleo se verán severamente afectadas y hasta podrían morir las especies, lo que tendría un efecto dominó en la cadena alimenticia. Además, advierten la afectación y muerte del ecosistema marino costero, cambios inmediatos y a largo plazo en la calidad del agua, que no será no apta para consumo animal ni humano.