Cientos de personas asistieron a esta eucaristía. / Foto: GÉNESIS VELÁSQUEZ

17 Abr, 2017 | La Bendición del Mar en Antolín del Campo cada año atrae a más creyentes. Y es que esta emotiva eucaristía se ha convertido en un celebración de culto no sólo para los habitantes de esta jurisdicción sino para personas de otros municipios y hasta para turistas de otras regiones del país.

Este año, por segunda vez desde 2012, el escenario de este acto religioso fue la bahía de Manzanillo, donde cientos de personas se reunieron para presenciar la Bendición del Mar de manos del presbítero Humberto Gamboa, quien cada año tiene la tarea de celebrar esta misa llena de fe y energía puestas de manifiesto en las cantos y oraciones de los presentes.

Sobre un pequeño bote que sirvió como altar, el padre Gamboa manifestó su regocijo por tan especial acto de fe y celebró la resurrección de Jesucristo junto al pueblo católico antolinense.

“Con esta ceremonia de la bendición del mar celebramos la grandeza de Dios hoy Domingo de Resurrección, aquí reconocemos su gloria y misericordia, pues con este elemento de la naturaleza nos alimentamos, muchas familias trabajan, los pescadores salen de madrugada a buscar su sustento; en otras palabras, debemos rezar por todo ello. Es decirle al Creador que aquí estamos presentes como iglesia, como pueblo, somos sus hijos alabándolo”, dijo el sacerdote en su homilía.

Esta eucaristía fue organizada en su totalidad por la comunidad de Manzanillo y sus pescadores, quienes además entregaron al párroco, como forma de ofrenda en el Domingo de Resurrección, una cesta repleta de los mejores pescados que sacaron durante la jornada del día para que fueran repartidos entre los asistentes.

Al finalizar, el presbítero junto a las autoridades salieron en varios botes por toda la costa de Manzanillo para bendecir sus aguas y a su gente. Al finalizar el oficio religioso, el sacerdote anunció que la misa de Pascua de Resurrección del próximo año será en Puerto Fermín (El Tirano).