8 Ene, 2017 | La había llamado para conocer la noticia de su parte fue una conversación muy emocional, yo repetía constantemente , que había olvidado el acuerdo de que yo sería el primero en saber su decisión, tenía en ese momento una mezcla de tristeza, rabia, desencanto que expresaba en mis palabras.

En medio de toda esta crisis comprendí que estaba poco preparado para la vida, que debía buscar ayuda, fueron días en los cuales sentía un vacío en el centro del pecho muy doloroso y que no se quitaba con nada, me despertaba las pocas veces que podía dormir sobresaltado.

Aprendí que para crecer en estas crisis es necesaria la ayuda de un profesional, por lo que me puse en contacto con una psico-analista que me recomendó un colega, en esa época el psicoanálisis estaba en sus comienzos en Venezuela. Desde la primera consulta salí encantado, me sentía más tranquilo, dispuesto a asumir mi responsabilidad en todo esto, y sobre todo esa noche pude dormir, lo que más me tranquilizó fue que Norma que así se llamaba la Dra, en respuesta a tantas cosas que quería hacer en ese momento me dijo Dr ahora ud no está en condiciones de hacer nada, desde entonces aprendí y lo aplico en mi vida como persona que en casos de que me sienta emocionalmente afectado lo primero que hay que hacer es no hacer nada.

Los días siguientes fueron alternando momentos de tranquilidad con intranquilidad, pero la mejoría era definitiva, decidí con ayuda de la Dra aceptar la situación, y mis comunicaciones con María C, fueron siendo más tranquilas y conscientes, sin llegar a la agresión habitual de mi parte.

Me reintegré a mi post-grado, y creí conveniente hacer una pausa en mis comunicaciones con ella, hasta tanto pudiésemos hablar personalmente, mis amigos me frecuentaban y no faltaba a mis terapias porque no solo me ayudaban a superar la crisis sino que también me estaban permitiendo crecer y revisar mi relación con lo femenino.

Continuaremos no se lo pierdan por favor.