Porlamar
27 de abril de 2024





EL TIEMPO EN MARGARITA 28°C






Tres historias de Amor. Continuación
Continuamos con María Cristina. Les había dicho que era médico y que la vi por vez primera, cuando realizaba mi año de medicatura rural en la población de Tacarigua de La Laguna, a 10 km de Río Chico, y que todas las noches iba al centro de salud a compartir con mis amigos colegas.
Julio Machillanda | julionuevaera@hotmail.com

23 Oct, 2016 | La semana pasada habíamos iniciado las tres historias de amor con María Cristina, María Alejandra y Mayra Alejandra.

Continuemos con María Cristina. Les había dicho que era médico y que la vi por vez primera, cuando realizaba mi año de medicatura rural en la población de Tacarigua de La Laguna, a 10 kms de Río Chico, y que todas las noches iba al centro de salud a compartir con mis amigos colegas, desde que la vi quedé flotando, le pregunté a un amigo quién era y me respondió: una doctora muy brillante, casada y que tenía un apartamento en los canales de Río Chico, donde siempre se reunían.

Desde ese momento no asistí por las noches al centro de salud, algo me decía que esa linda doctora sería alguien muy importante en mi vida, sentía una sensación extraña de miedo y alegría. Me retiré a mi medicatura, esa noche llovía suavemente y sentía una suave brisa que me acariciaba mientras manejaba de regreso, también olía a tierra que me transmitía una sensación de mujer y de sexo.

No regresé más por las noches, no podía, tenía miedo; pero un día al mediodía con un sol que me envolvía, desde lejos divisé un carro a la vera del camino y dos mujeres cambiando un caucho, me acerqué para ayudar y para mi sorpresa una de ellas era María Cristina, la otra su mamá. Uff, quedé paralizado, casi temblando, y fue ella quien habló y me preguntó: "Ud. es médico, ¿verdad?". "Sí", le respondí. "Pero nunca ha ido a las reuniones que hago en mi casa". "No -le respondí-, pero usted tampoco me ha invitado". "Bueno, por ser un caballero que ayuda a dos damas, está invitado esta noche a cenar". Llas piernas me temblaban. "Ok, allí estaré".

Nunca fui, yo el que se las echaba de Don Juan, ahora corría ante la invitación de la mujer más bella que había visto.

Pero dos años después, mientras desayunaba en el hospital donde realizaba el postgrado de Pediatría, volvió a aparecer. Entonces ya no pude más.

Continuará...




Contenido relacionado












Locales | Sucesos | Afición Deportiva | Nacionales | Internacionales | Vida de Hoy | Gente Feliz | 50° Aniversario | Opinión


Nosotros | HISTORIA | MISIÓN, VISIÓN Y VALORES