29 Ago, 2016 | La muerte continúa llevándose a los mejores. El lunes 22 de Agosto supimos de pronto que Andrés- Yekho- Salazar, el artista plástico más reconocido de La Tacarigua de Margarita, había muerto.

Hacía poco le habían hecho un homenaje en la Casa de la Cultura poeta Pedro Rivero. Y me cuentan que andaba feliz y sonriendo entre todos. Así fue siempre: Solidario. En el periódico Mureche sus ilustraciones acompañaron siempre aquellos Goterones que caían en la última página del periódico.

Fue uno de los hombres más creativos que he conocido. Trabajaba la pintura en el lienzo, y después fue más allá y trabajó la madera. Y era fotógrafo. Y sabía de computadoras y tecnología y siempre tenía soluciones para todo problema que se presentaba.

A punta de imaginación se fue ganando la admiración de todos nosotros. También en 1985 obtuvo el Primer Premio en Pintura. En el I Salón Regional del Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez, en Porlamar. Y todos celebramos con él su pase al profesionalismo, como le dije un día.

Para seguir cumpliendo con su trabajo, decidió apartarse un poco más de sus amigos y se fue quedando por más tiempo, allí, en su casa de El Conchal. Donde uno lo visitaba y lo encontraba trabajando en su pintura: “Y mira lo que estoy haciendo. ¿Qué te parece esto?” Y mostraba con orgullo y alegría aquel trabajo tan original, que uno lo seguía envidiando por tanta imaginación.

Su compañera, la poeta y amiga, Mirimarit Paradas, dijo en una de sus notas: “Yekho el polifacético –el hombre- como todos con sus aciertos y virtudes… pero marcado con el estigma de muy pocos, envuelto en el oráculo y la atmósfera de un verdadero artista”.
Amigo, aquí cerca tengo una de tus obras, donde siempre estará presente tu imaginación, tan llena de vida.