Recientemente, el pescador reparó una red de pesca para raya y utilizó más de dos rollos de nylon. / Foto: JHONNATAN BENÍTEZ

16 Jul, 2016 | El corocoro fue una de las primeras especies marinas que llegó a capturar el joven pescador Antonio Vásquez cuando era apenas un niño.

Vásquez, quien hace vida entre el mar y las rancherías de Boca del Río, municipio Península de Macanao, confesó que pese a crecer en el seno de una familia de pescadora aprendió el oficio solo.

Cursó estudios hasta el tercer grado y los abandonó para dedicarse por completo a la actividad marina. Actualmente sale a faenar en aguas cercanas a la isla de Cubagua los días entre semana en compañía de su hermano y de un cuñado. “Disfruto cuando salgo a pescar en alta mar”, dijo.

REDES DE PESCA
Cuando no está faenando, Vásquez dedica su tiempo a reparar redes que son utilizadas por otros trabajadores para la pesca artesanal y que son encomendadas a él.

“Dependiendo de cómo esté la red, es el tiempo que me tardo en repararla. Si está muy rota me puede llevar una semana”, explicó al mismo tiempo que indicó que solo invierte medio día para realizar este tipo de trabajo.

Señaló que el nylon que usa para reconstruir las redes está muy costoso en el mercado, puesto que ya supera los 10.000 bolívares. Como mínimo puede utilizar hasta dos rollos de hilo.

Por otra parte, Vásquez hizo hincapié en que los insumos y materiales para la pesca en general están cada vez más difíciles de adquirir.

Sostuvo que los trabajadores del mar hacen lo imposible para salir a navegar, porque los resultados que obtienen de las ventas no cubren los gastos para mantener en buen estado las embarcaciones y artes de pesca.

“Imagínate, de 1.900 bolívares que valía el aceite fuera de borda, ahora está costando 14 mil, ¿cómo hace uno?”.

TEMPORADA
En estos últimos días han aprovechado la temporada de tajalí en las aguas cercanas a la isla de Cubagua, donde la pesca ha estado buena.

Sin embargo, resaltó que “ha habido tiempos mejores para el pescador”, y apunta que eran días en que las caladas eran muy productivas.