Una vez en orilla de playa, los marinos descargan el producto para venderlo directamente a los caveros que compran por encargo. / Foto: YULIANNYS GONZÁLEZ

21 May, 2016 | Bajo un sol inclemente y a unos 150 metros de la orilla de playa Valdés, en el municipio Mariño se encontraba este viernes un grupo de pescadores levando con fuerza los trenes sardineros, sumergidos a 14 metros de profundidad en el mar, para sacar el producto marino y venderlo a los caveros.

El pescador Anthony Rodríguez indicó que de los tres trenes sardineros que fueron tendidos hace más de 25 días “se ha recogido alrededor de unas 40 toneladas por cada tren”. Detalló que son 50 los pescadores que se benefician con cada uno de estos “chinchorros”.

Rodríguez sostuvo que la ley que regula la captura de la sardina en Venezuela lo que ha hecho es reducir la calada de esta especie. “Calar la especie resulta un beneficio para el pueblo, porque uno le regala prácticamente un bote con sardina a la comunidad que lo necesita”.

Por pedidos

El joven pescador Samy Milán señaló que dependiendo del pedido que soliciten los caveros es que se trabaja la faena de la sardina.

En algunas ocasiones pueden hacer varios viajes de orilla de playa hasta donde se encuentran amarrados los trenes para cargar el bote con la mercancía y entregar el pedido a los clientes.

Milán, quien además de practicar la actividad pesquera es técnico en electromedicina, explicó que a veces pueden permanecer desde la madrugada hasta un poco más de las doce del mediodía levando los trenes en el mar.

Entusiasmo

Los pescadores en playa Valdés manifestaron que continúan realizando este tipo de actividad porque les nace hacerlo, es su arte y también su pasión.

Sin embargo, expresaron que los tiempos han cambiado y que la producción de sardina de años atrás no es comparable con la reducida productividad de registran actualmente.

“Después de 12 años sin sardina en la zona, ahora que entró no generó ganancias para los pescadores como en otros años”, explicó Luis Aguilera, quien lleva 34 años dedicado a la pesca. Para este fin de semana los pescadores de Valdés estiman retirar los trenes sardineros y empezar a calar a fondo pescados como el corocoro y cacharo.

Aprosardina

Nerio Salazar, presidente de Aprosardina, reiteró que la productividad de sardina en lo que va de año no ha sido la que esperaban. “Está por debajo de las cifras. Muchos dueños de los trenes sardineros no pueden hacer la faena por la inseguridad, a algunos les quitan los rezones en el mar”.

Reseñó que otra desventaja en Nueva Esparta es que solo está funcionando una fábrica enlatadora de sardina y “si el pescador no encuentra donde comercializarlo procede a soltar la especie”. Mencionó que las empresas de otros estados no mandan sus cavas a buscar el producto por los problemas de transporte en el ferri.