Tripulantes del peñero “La Margariteña”, de playa La Caranta, muy contentos con su captura de corocoros y cacharos. / Foto: DANIEL RAMÍREZ

2 Abr, 2016 | Levantarse a muy tempranas horas de la madrugada, tomarse un café bien cargado para luego montar el motor en el peñero y salir a recorrer los mares con sus herramientas de pesca, es lo que hace la gran mayoría de los pescadores buscando tener buenos resultados cada día.

Una muestra de buena faena, 1.500 kilos de pescado entre corocoros y cacharos, fue la cantidad exacta que logró capturar un grupo de pescadores de playa La Caranta durante la jornada de este viernes, cumplida a seis millas de playa Valdés.

Junior González, pescador y patrón del peñero La Margariteña, indicó que iniciaron la travesía a las cuatro de la madrugada y que no tuvieron ningún tipo de contratiempo que limitara la actividad pesquera en la zona.

“La pesca ha sido realmente productiva fuera de playa Valdés. Los peces que están predominando en el sitio son el corocoro y el cacharo”, dijo González. Explicó que una cierta cantidad del producto marino que encuentran se comercializa directamente en la pescadería que lleva el mismo nombre del peñero “La Margariteña” en Pampatar, la cual es propiedad de su padre. “Otra parte se distribuye con la cavas de la pescadería hacia otros sitios del estado”, agregó.

FUERA DE BORDA
González manifestó su preocupación por la delicada situación para adquirir un motor fuera de borda e inclusive los repuestos para reparar uno dañado.

“Los motores no llegan a las agencias para que el pescador pueda adquirirlos. Y si entregan créditos para otorgar un motor, entonces se los dan a quienes en realidad no los necesitan, porque uno después se entera que si no les gusta, los venden” y que al que de verdad lo requiere para trabajar a diario a mar adentro “no son tomados en cuenta”, sostuvo.

VENTAS REGULARES
Por otra parte, Marcelino Suárez, vendedor de pescado en las rancherías de playa La Caranta, señaló que las ventas se mantienen a pesar que no son tan altas como
en otros tiempos cuando el costo del producto era más asequible.

“La ventaja es que todo el pescado que se vende aquí es totalmente fresco, porque el pescador nos surte a diario, cada vez que llega de altamar”, expresó Suárez. Comentó que todos los días llegan clientes desde diferentes lugares de la región insular a comprar variedad de especies. “También hay turistas que vienen a disfrutar de las playas cercanas y pasan por aquí para llevarse un buen pescado y nosotros los atendemos con el mismo esmero que al margariteño”.

Con respecto a la gran variedad de pescado ofertado este viernes al consumidor en las rancherías, el comerciante detalló que entre ellas figuran el cacharo, el boca colorada, cachúa, loro, atún medregal, corocoro, cabaña, torito y pez gallina. Dicen que así se muestra la diversidad de especies capturadas por los pescadores de varias embarcaciones.

Mencionó que pescados como el cacharo es lo que acostumbran llevar los clientes por su bajo costo (450 bolívares). También se decantan por la compra del “surtido”, que tiene un valor de 600 bolívares.