Estar enamorado y borracho libera una sustancia que nos hace tener síntomas parecidos. / Foto: CORTESÍA

4 Feb, 2016 | Todos teníamos una especie de conocimiento empírico pero nos hacía falta que la ciencia lo dijera para estar cien por ciento seguros. Un nuevo estudio de la Universidad de Brighton, del Reino Unido, confirma la oxitocina que se libera cuando te enamoras, causa sensaciones muy similares a cuando te emborrachas. ¿Interesante, no?

Esta sustancia que recorre tu cuerpo no sólo te hace sentir relajado, feliz y con más confianza, sino que también puede provocar agresión, celos y arrogancia. ¡Del enamorado al borracho incontrolable!

Pero quizá, lo más interesante, es que estimula también unos circuitos neuronales en la zona prefrontal y en la zona límbica del cerebro que “quitan los frenos” y nos deshiniben ante situaciones como el miedo, la ansiedad o el estrés. Para obtener más oxitocina se ecomiendan ocho abrazos diarios, y sí puedes más ¡mejor!

Dicho de otro modo, tanto el alcohol como la oxitocina estimulan ciertos receptores neuronales estrechamente asociados entre sí y que pueden ser tanto beneficiosos como perjudiciales, incitándonos a tomar riesgos innecesarios o a hacer que nos creamos más valientes y más capaces de lo que realmente somos. Como cuando estamos borrachos, vaya.

Curiosamente, un estudio australiano realizado recientemente administró oxitocina a ratas de laboratorio y encontró que presentaban mayor dificultad para intoxicarse con alcohol, ya que la hormona bloquea y sobrecarga los receptores que evitan que el alcohol se absorba de manera completa.

Así que si estás enamorado en este momento, podrías aprovechar para tomar en cantidades descomunales sin sentir más sensaciones extrañas de las que ya estás experimentando.