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Si te vas por el mundo... Hay un poemario que, por esas cosas extrañas de la vida, llegó a mí para quedarse. Su autora es Ana María Oviedo Palomares, quien -leo en la contraportada- estudió Letras en la Universidad de Los Andes. Dalal El Laden | ladendalal@hotmail.com
9 Ene, 2016 | No puedo vivir sin música. Llegar a casa es uno de los momentos que más disfruto y, estando en ella, las canciones que más amo siempre me acompañan. Curiosamente, escuche lo que escuche, casi, casi siempre termino con los mismos discos de rancheras... y casi, casi siempre con los mismos discos del más grande, del más querido: José Alfredo Jiménez. Hay libros que llegan a nosotros aparentemente por casualidad. Pasamos por una calle y, sin haber tenido la intención ni de hojearlos, algo en ellos nos llama y terminan en nuestros libreros. Tiempo después, contemplándolos aún allí, sin leer, los tomamos, los abrimos y, al cerrar la última página, los regresamos a sus lugares, pero ahora también quedan en nuestros corazones. Hay un poemario que, por esas cosas extrañas de la vida, llegó a mí para quedarse. Su autora es Ana María Oviedo Palomares, quien -leo en la contraportada- estudió Letras en la Universidad de Los Andes. Esta obra se titula “Crueles (treinta y siete canciones y un poema de amor)” (El perro y la rana, 2010). Estas canciones son poemas en los que aparecen partes de las rancheras que casi, casi a diario perfuman mi casa. Para todos los amantes de la poesía que vivimos con la música mexicana, les dejo algunas de estas canciones que nos regala esta escritora venezolana: Y cuando al fin comprendas que el amor bonito lo tenías conmigo
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