Fundación PIA / Foto: CARIDAD LEAL

28 Jul, 2015 | Firulais perdió la pata trasera porque una persona tuvo la ocurrencia de amarrarle allí un fuego artificial. A Eduardo lo rescataron de una pelea entre humanos, donde también quedó amputado de una de sus patas delanteras. A Tom no le quedan dientes en su quijada inferior, único estrago de un balazo disparado por supuestos efectivos policiales, quienes abordaron el velero donde falleció de causas naturales su dueño y lo dejó huérfano a él y a sus otros ocho compañeros caninos, cinco de ellos también ya del todo recuperados de heridas de bala.

Aunque incapacitados para contar todos los maltratos que han recibido, cada uno de estos perros rescatados por la Fundación de Protección Integral Animal (PIA) sobrevivió a diferentes grados de crueldad o desidia humana y, al contrario de lo que podría pensarse, no guardan rencor sino aun devuelven cariño a cualquiera que los quiera y los cuide.

Maura Abraham, directora de PIA, piensa que son los humanos, y en este caso los neoespartanos, quienes deben dejarse querer por un perro o gato rescatado de la calle.

Abraham, médica oftalmóloga, ha recopilado una serie de artículos científicos que en suma demuestran que las personas con perros hacen más ejercicio, previenen enfermedades cardiovasculares, reducen el estrés y los niveles de obesidad.

Hay una correlación mundialmente aceptada para estimar la población de animales domésticos abandonados; por cada dos habitantes hay un animal abandonado. La población estimada de Nueva Esparta para 2015 es de 552.011, por lo que habrían al menos 276 mil perros y gatos.

Este lunes se marcó el Día Internacional del Perro Callejero, una fecha no para celebrar sino para concientizar, que empezó a practicarse desde el año pasado en Chile.

Concientizar sobre los peligros que acechan a los animales de la calle; arrollamientos por un manejo violento e irresponsable, infecciones causadas por la sarna y la violencia, que comenta con alarma Abraham, tiene a los niños como los principales agresores.

Obligación legal

Desde 2010, Venezuela cuenta con la Ley para la Protección de la Fauna Doméstica Libre y en Cautiverio. Esta norma garantiza la integridad física y psicológica de las mascotas y otros animales domésticos. Compromete a las autoridades municipales a rescatar del abandono a los animales sin dueño y a confinarlos en condiciones que restituyan su sobrevivencia y a procurarles un destino final. Maura Abraham señaló que esta ley lleva cinco años y no pasa de ser sólo “letra muerta”.